GENERO: Rol
ONLINE: SI
AÑO: 5 de enero de 2010
JUGADOR:
Multijugador
DESARROLLADORA: Vigil
Games
PLATAFORMA: PC/Xbox
360/ PS3
ANALISIS:
Es un momento para la industria en el que cada vez es más complicado
comenzar una nueva IP y que ésta cuente con el respaldo de crítica y público. THQ,
sin embargo, ha hecho un notable esfuerzo a la hora de apoyar a Vigil Games
en la creación una nueva propiedad intelectual basándose en los fantásticos
diseños del popular artista de cómics Joe Madureira.
¿El resultado de este enérgico cruce de referencias? Un videojuego
fantásticamente cohesionado, que cuenta con una dirección artística muy
poderosa que acompaña, a su vez, a un apartado jugable rotundo y adictivo.
Quizá el lanzamiento no reciba la suerte comercial que merece al aparecer al
mismo tiempo que Bayonetta, sin embargo quienes decidan optar por Darksiders
descubrirán que Joe Madureira, Vigil Games y la propia Guerra tienen algo que
ofrecer al mundo de los videojuegos.
En Darksiders seremos Guerra, uno de los Cuatro Jinetes del Apocalipsis.
Una trampa se cierne sobre nosotros y deberemos buscar a los responsables y
acabar con ellos
El Pacto se ha Roto –La Historia-
Como a estas alturas el lector ya sabrá, el protagonista de Darksiders no podría ser más atípico, se trata de Guerra, uno de los cuatro jinetes del apocalipsis. El comienzo del videojuego puede parecer algo confuso, sin embargo en cuestión de minutos estaremos al tanto de todo lo que está sucediendo.
Como a estas alturas el lector ya sabrá, el protagonista de Darksiders no podría ser más atípico, se trata de Guerra, uno de los cuatro jinetes del apocalipsis. El comienzo del videojuego puede parecer algo confuso, sin embargo en cuestión de minutos estaremos al tanto de todo lo que está sucediendo.
Guerra descubrirá poco a poco la complicada trama de traiciones de la
que ha sido objeto, pero sin ánimo de estropearle la experiencia a nadie con
spoilers, sí que adelantaremos algunos datos que resultarán totalmente
inofensivos para el lector.
Así pues comenzaremos nuestra aventura en el presente, en un planeta
tierra azotado por la llegada de un castigo que cae de los cielos. Lo que en un
principio parece una terrorífica lluvia de meteoritos, rápidamente se torna
peor cuando estas masas incandescentes resultan ser monstruos demoníacos.
Por motivos que no describiremos la civilización queda arrasada, y
Guerra, nuestro personaje, tras unos primeros minutos de lucha contra todo y
contra todos es finalmente sometido y se nos explicará que el Pacto entre Los
Hijos de los Hombres, los Señores del Cielo y la Escoria del Infierno se ha
quebrado por la ruptura del mítico Séptimo Sello. ¿Qué significa esto?
Lo iremos conociendo con el transcurso del juego, pero el resultado directo es
un forzoso sueño de un siglo para nuestro protagonista, que hace que cuando
despierte se encuentre a la civilización desaparecida y al mundo poco menos que
reducido a cenizas.
Ahí será cuando comience nuestra verdadera aventura, en un entorno que
en su concepto puede parecer increíblemente siniestro, pero que se beneficia
notablemente en su personalidad del look colorista que los diseños de Madureira
le insufla, y que describiremos más adelante en la faceta artística del
videojuego.
Darksiders supone el primer trabajo del popular creador de cómics Joe
Madureira en el mundo de los videojuegos. El creador cuenta entre sus créditos
con novelas gráficas de X-Men, Battle Chasers o The Ultimates.
Sed de Sangre –El Combate-
Así pues Darksiders ofrece en términos jugables exactamente lo que esperábamos de él, un Hack and Slash de la vieja escuela, pero con las suficientes adiciones de elementos de nuevo cuño como para considerarlo genuino.
Así pues Darksiders ofrece en términos jugables exactamente lo que esperábamos de él, un Hack and Slash de la vieja escuela, pero con las suficientes adiciones de elementos de nuevo cuño como para considerarlo genuino.
El combate puede parecer algo simple en primera instancia, pero como en
la mayoría de videojuegos que incluyen progresión del personaje, va mejorando
poco a poco hasta convertirse en pocas horas de juego en un abanico de recursos
lo suficientemente variado como para saciar las ansias combativas de cualquier
aficionado al género.
Así pues a los controles clásicos como el del salto o el golpeo
se unen también el manejo con el stick derecho de la cámara, que no cuenta con
perspectiva fija, de modo que podemos situarla a nuestro gusto. De hecho esta
es una de las escasas pegas que podemos ponerle al título a nivel de control, y
es que en más ocasiones de las deseables ésta es un estorbo relativo.
Por lo demás todo gira en torno a lo aparentemente predecible, sólo en
la superficie. El botón de cubrirse se alterna con el del desplazamiento brusco
hacia delante para tratar de dejar inconscientes a los oponentes o esquivar sus
golpeos, y el otro botón superior del pad se emplea a modo de cómodo menú
radial para acceder a los poderes especiales.
Las ejecuciones son movimientos verdaderamente espectaculares. No
siempre hará falta dejar inconscientes a los enemigos, con estas siniestras
aves, por ejemplo, bastará con saltar sobre ellas y pulsar el botón adecuado.
Es en el combate precisamente donde Darksiders parece compartir
más elementos con una de sus principales referencias, God of War. Los dos
tienen en común el género del Hack and Slash donde, para ser honestos, poco se
puede inventar a estas alturas; y los dos comparten también una fluidez
tremenda a la hora de resolver los diferentes combates. Guerra no es un bailarín
de la muerte como puede parecer a menudo Kratos, sin embargo su amplitud de
registros y la velocidad y naturalidad de sus movimientos los emparejan de
alguna forma.
A pesar de que el corte de los enemigos suele ser similar –no tanto por
su aspecto como por sus posibilidades-, lo cierto es que la amplitud de
opciones con las que contamos a la hora de acabar con ellos hace que la
experiencia Darksiders sea emocionante, variada y adictiva en todo momento. Los
ataques rápidos y ejecuciones se suceden con gran rapidez al dejar
inconscientes a nuestros enemigos, y la posibilidad de encadenar con enorme
velocidad bloqueos, furibundos ataques e incluso cambios de forma –con los
botones superiores del pad adoptaremos la Forma del Caos, convirtiéndonos
en una criatura de enormes dimensiones- son elementos que consolidan la
jugabilidad del título, haciendo que trascienda mucho más allá de los Hack and
Slash clásicos.
Hay algunas secciones realmente interesantes a la hora de dotar de
variedad al conjunto de Darksiders. Combates aéreos, a caballo o convertidos en
gigantescas criaturas están a la orden del día.
¿Cómo se consigue esto? Con un cóctel de rompecabezas, acertijos,
plataformas y acción muy bien estudiado. Guerra no sólo se revela en el
título de THQ como un extraordinario luchador, sino que también resulta un
poderoso acróbata, capaz de superar enormes precipicios gracias a sus alas,
hábil también a la hora de escalar edificios, colgarse de tuberías o realizar
diferentes maniobras de agilidad, y así mismo también damos con abundantes
partes que agilizan seriamente la experiencia cambiando totalmente su rumbo, y
que no describiremos para no estropear la experiencia de vivirlas en primera
persona al usuario.
En resumidas cuentas el combate es francamente bueno, la variedad
jugable resulta más que suficiente para no resultar aburrida, y el conjunto se
sazona con pequeños soplos de aire fresco como secciones que cambian totalmente
el concepto así como rompecabezas, muy sencillos, pero igualmente interesantes.
El conjunto, como ya se sabía, no cuenta con multijugador. No hace
falta. La experiencia está premeditadamente diseñada para ser una experiencia
para un solo jugador. La duración de la campaña es francamente buena –muy por
encima de lo que el género suele aportar-, los enemigos de final de nivel
son a menudo gigantescos y espectaculares, y a pesar de que la rejugabilidad no
es demasiado alta –basada en el aumento de niveles de dificultad- lo cierto es
que el título brilla de forma fantástica en la práctica totalidad de sus facetas
jugables.
El título que nos ocupa no es un videojuego de rol, pero en muchos
sentidos se le asemeja. Habilidades pasivas, activas, inventario, exploración,
progresión del personaje, mejoras, arsenal…
Cosecha de Almas –Progresión del Personaje-
La versatilidad y la diversidad de nuestros movimientos es una constante en la aventura y, como decimos, iremos desbloqueando nuevos elementos que nos permitirán un mayor control sobre nuestro personaje en todo momento.
La versatilidad y la diversidad de nuestros movimientos es una constante en la aventura y, como decimos, iremos desbloqueando nuevos elementos que nos permitirán un mayor control sobre nuestro personaje en todo momento.
De hecho quien piense que esto es un Hack and Slash al uso se llevará
una sorpresa. El videojuego tiene el acierto de especificar en minutos el
tiempo que pasamos llevando unos y otros tipos de acciones, y no pasará mucho
antes de que descubramos que el combate no es lo que más tiempo nos ha
consumido, y es que también pasamos una sorprendente cantidad de horas de juego
resolviendo puzles o explorando.
Al igual que en las series Zelda, de las que Darksiders bebe con
soltura, con cada ítem que obtenemos o habilidad especial que
desbloqueamos liberamos nuevas partes del escenario, lo que anima seriamente al
usuario a obtenerlas para conocer su mundo. El Cuerno, sin ir más lejos,
es uno de los primeros ejemplos; y accionándolo podremos hacer que se levanten
y nos dejen pasar los gigantescos Golem de piedra que a menudo interfieren el
camino.
Este ítem se nos concede al principio y las alas oscuras también, aunque
un poco más tarde hay otros elementos que iremos liberando también, y otras
habilidades y mejoras que sin embargo deberemos comprar.
Lo mejor de Darksiders es su carácter evolutivo. Constantemente
estaremos recibiendo mejoras, añadidos y nuevos elementos para el arsenal y
características de nuestro personaje.
El videojuego funciona en base a misiones y recompensas.
Conoceremos a personajes por el camino que nos propondrán diferentes objetivos,
y nos proporcionarán premios por cumplirlos. Sin embargo el mayor leit-motiv
jugable en términos de progresión es la recolección de almas, elementos
etéreos que dejan volar los enemigos que ajusticiamos y que Guerra recogerá
automáticamente.
Las almas se dividen en tres formas: Moneda, Salud e Ira y
dependerán en cuantía y calidad del tipo de acciones que llevemos a cabo para
matar a los enemigos y de la clase de éstos. Las armas ganan experiencia
según las vamos usando, de modo que podemos engarzarles mejoras con su empleo.
La variedad y el procedimiento de su progreso son agradables, y despiertan el
interés del jugador por seguir su avance.
Por otra parte el demonio Vulgrim cambiará las almas que cosechemos
por diferentes mejoras. Aquí tendremos oportunidad de personalizar nuestro
estilo de combate, adquiriendo características especiales que fomenten la
calidad y efectividad del tipo de ataques que más empleemos, puesto que
resultará imposible el maximizar todas las características.
El siniestro Vulgrim cambiará las almas que cosechemos por diferentes
habilidades. Ya sea para mejorar nuestra eficacia con las armas, aumentar
nuestra resistencia o desbloquear nuevas habilidades especiales, esta criatura
será un improvisado aliado.
Levántate Guerra, y Coge tu Arma –Gráficos y Tecnología-
En el aspecto gráfico cabe destacar sobre todo la brillante dirección artística del título merced al enorme trabajo realizado a la hora de trasladar la fantástica y fantasiosa imaginería visual de Joe Madureira del cómic al videojuego. Lo cierto es que a menudo resultaba fácil establecer paralelismos entre su obra y el entretenimiento interactivo, y es cierto que su elaborada y llamativa paleta de colores encaja a la perfección con la intención de no caer en los tonos monocromáticos para dotar de personalidad visual y colorista al lanzamiento.
En el aspecto gráfico cabe destacar sobre todo la brillante dirección artística del título merced al enorme trabajo realizado a la hora de trasladar la fantástica y fantasiosa imaginería visual de Joe Madureira del cómic al videojuego. Lo cierto es que a menudo resultaba fácil establecer paralelismos entre su obra y el entretenimiento interactivo, y es cierto que su elaborada y llamativa paleta de colores encaja a la perfección con la intención de no caer en los tonos monocromáticos para dotar de personalidad visual y colorista al lanzamiento.
Los escenarios son tremendamente variados, y de las ciudades
derruidas del comienzo del videojuego pasaremos a otros mucho menos genéricos
en pocas horas, enriqueciéndose el conjunto de forma notable.
Los personajes, sin embargo, son el elemento donde más
brillantemente y con mayor personalidad se muestra Darksiders. Todos los
diseños son ejemplares, y a pesar de que el casting está repleto de enemigos
demoníacos y muertos vivientes, éstos nunca dan la sensación de ser derivativos
o repetitivos, siempre con trabajos fantásticos y de enorme personalidad como
Samael o el propio Vulgrim.
Nuestro caballo, Ruina, será uno de nuestros más fieles compañeros de
batalla. Tremendamente útil para el combate, y también para superar algunos
elementos de otro modo inaccesibles en el escenario.
Mención especial merece Guerra, el protagonista, francamente
interesante en términos de diseño y de cuidadísimas y tremendamente fluidas
animaciones. Su calidad hace que el resto de enemigos parezcan algo reciclados,
y eso que también es fácil quedar embelesado por el diseño y el acabado de
algunos escenarios y personajes: El carácter demoníaco e infernal del
videojuego resulta en elementos y caracteres con gran personalidad.
En la faceta tecnológica el videojuego ofrece interesantes
resultados. La tasa de imágenes por segundo es robusta y estable, con lo cual
no experimentaremos grandes problemas ni tan siquiera con la pantalla repleta
de enemigos de considerables proporciones. La física está cuidada, y la
interacción con el entorno depara situaciones que no sólo lo enriquecen en su
parte visual, sino que también dotan de enorme profundidad a la vertiente
jugable.
Lamentablemente entre las deficiencias tecnológicas hay que destacar el
manejo de la cámara que en alguna contada ocasión no acaba de responder
con la precisión que debería, y también algunos molestos defectos con la
sincronía vertical. Son dos matices de una importancia relativa y no echan a
perder el robusto conjunto de Darksiders, sin embargo en nuestra obligación
está el mencionarlos.
El videojuego nos permite coger objetos y lanzarlos, además de una
relativa interacción con los elementos. Sus creadores, conscientes de las
posibilidades, pueblan los escenarios de decoración, mobiliario urbano,
etcétera.
Por lo que respecta al audio, Darksiders brilla con notable eficacia. La
banda sonora puede ser que carezca de algo de personalidad, pero resulta
espectacular, cuidada y estruendosa cuando el videojuego necesita que lo sea y
algo más sutil o incluso inexistente cuando la ocasión lo requiere. Los efectos
de audio cuentan con idénticos parámetros, ruidosos y fastuosos, elevando la
espectacularidad de los combates un grado más. Por otra parte el título llega a
nuestro país con un doblaje al español francamente bueno.
GRAFICAS: 10/10 BANDA SONORA: 9/10 HISTORIA: 10/10
JUGABILIDAD: 9/10 IMNOVACIÓN: 9/10
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