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Metal Gear Solid 4



 




GENERO: Acción /Tercera Persona   
 JUGADORES: 1           
ONLINE:Extras                                 
AÑO: 17/06/2008
DESARROLLADORA: Konami                       SECUELA: Si
TIEMPO APROX:  5-6 horas                                 PLATAFORMA: PS3









Parecía que el momento no llegaría nunca. Desde el momento en que Konami anunciaba oficialmente el desarrollo de un nuevo Metal Gear Solid en el año 2004, suponíamos que el proceso sería arduo y dilatado, pero nunca imaginamos que lo que nos separaría de su lanzamiento serían unos eternos cuatro años de desarrollo. Finalmente el largo camino ha concluido con éxito, y es por ello que una semana más tarde de su lanzamiento –por causas relacionadas con Konami y enteramente ajenas a 3DJuegos-, nos acercamos por fin a uno de los videojuegos más esperados del año.

Metal Gear Solid 4 comienza desconcertante y caótico, y va dibujando su grandeza poco a poco, minuto a minuto y nivel tras nivel. Un videojuego memorable al que, como mínimo, todos los aficionados a los videojuegos deberían acercarse para probarlo. Con todos los vicios y virtudes que siempre han caracterizado a la saga, Guns of the Patriots es Metal Gear puro y duro. Un título que hará las delicias de los aficionados a las series con su hiperbólica historia y sus salvajes manierismos, y que dará más argumentos a sus detractores por sus innumerables tics y su pretencioso y solemne tono.

Liquid Sun –Narrativa Contemporánea-

La historia de Metal Gear Solid 4: Guns of the Patriots se desarrolla en un nada descabellado futuro donde las empresas privadas gobiernan la guerra con mano de acero, y donde se ha creado toda una economía plenamente sostenible en torno a los conflictos armados entre países.
El arsenal de armas alcanza extremos impresionantes en Guns of the Patriots. Prepárate para comprar, robar o incluso modificar todas las armas hasta convertirlas en la herramienta que más se adecue a tu estilo.
Snake, afectado por una terrible enfermedad de envejecimiento acelerado, continúa su inexorable camino hacia la muerte; y ataviado con un traje que le proporciona la musculatura extra que su cuerpo ya no posee, es castigado-premiado con la última y más importante misión de su carrera.
Resulta complicado hablar del argumento de Guns of the Patriots sin realizar una irresponsable labor de destripe, de modo que serán esos dos someros párrafos todo lo que relataremos de la historia del juego. Sin embargo en el aspecto más puramente valorativo del guión si que diremos que éste se mueve con mucha habilidad entre los diferentes escenarios y misiones que deberemos acometer, siguiéndose en todo momento con extraordinario interés.
El estilo narrativo es impresionante, especialmente en las escenas cinemáticas, un auténtico ejercicio de estilo donde el videojuego muestra sus mayores virtudes artísticas. Se ha hablado mucho sobre los problemas que acarrea la larguísima duración de estos bloques de video, y es que si bien no hay absolutamente nada que objetar en lo visual, si que se le pueden poner pegas a su escasa capacidad de síntesis narrativa. Algunas escenas son totalmente redondas en todos los sentidos, otras, sin embargo, se nos antojan mucho más largas de lo necesario, con excesiva palabrería que da la impresión de no llevar a ninguna parte. No obstante todo esto se soluciona con la posibilidad de saltar los videos, aunque resulta poco recomendable en un juego que posee una trama con la densidad de la de Metal Gear Solid 4.
Guns of the Patriots disfruta de los protagonistas de las series con más personalidad. Algunos son aliados, y otros serán algunos de los jefes finales más desafiantes del videojuego.
Resulta también chocante algunos elementos de “alivio cómico” que parecen metidos con calzador. Entendemos que se pueda pensar que un juego de un corte tan serio como Guns of the Patriots necesite algunas gotas de humor para restarle solemnidad al tono general del videojuego, sin embargo se nos antoja gratuito y perezoso recurrir a personajes con problemas de aerofagia o bromas similares, pues se cae en un sentido del humor de caca-culo-pedo-pis que no le hace ningún favor al título. Por otra parte, y como última objeción al tono general, hay que destacar que en ocasiones se coquetea peligrosamente con la sensiblería como, por ejemplo, en la recta final de la campaña.

Por otro lado una de las grandes preocupaciones de los aficionados que se acercan por primera vez a la saga era la de perderse en la historia y no entenderla al no haber probado los anteriores videojuegos. Sin embargo el trabajo de Kojima Productions en este sentido es impecable, pues el desarrollo del videojuego se mueve en un ambiente totalmente accesible para los neófitos que en ningún momento se sentirán desorientados por acciones o situaciones que no entienden. Sin embargo el juego también homenajea a los seguidores de la saga, y es que los matices que pasarán desapercibidos para los nuevos, serán agradecidos guiños a anteriores videojuegos de las series que sólo captarán los más aficionados.


Coincidiremos a menudo con muchos viejos conocidos. En pantalla el Rat Patrol, comandado por la incombustible Meryl Silverburgh.
Guns of the Patriots, además, presenta un incontestable balance de personajes nuevos y antiguos, en un elenco sensacional donde podemos encontrar a algunas de las más carismáticas viejas glorias de Metal Gear Solid, incluidas algunas que creíamos muertas. Entre las nuevas incorporaciones destaca el misterioso Drebin, el personaje de color que nos facilitará equipo y armas en cualquier momento de la misión -en una de las mejores adiciones jugables del título-, y que en todo momento parece saber todavía más de lo que aparenta.

Solid Sun –Tácticas de Guerra-

Metal Gear Solid 4 comienza en Oriente Medio en mitad del fragor de un brutal conflicto, y avanza con solidez a través de las poco más de 20 horas que componen los cinco actos de su brillante campaña individual.
El estilo jugable conserva el tono y la mayoría de elementos de las entregas anteriores, profundizando más en los tiroteos y ampliando de forma dramática el arsenal de armas y complementos. Quizá una de las partes más flojas de los tres primeros Metal Gear Solid eran sus combates cuerpo a cuerpo, y el empleo de las armas de fuego. Guns of the Patriots, sin embargo, viene a solucionar estos extremos puliendo y trabajando estas partes para que estén a la altura de cualquier reputado videojuego de acción.
Lo que se consigue de este modo es ni más ni menos que ampliar todavía más nuestras alternativas jugables. Así podemos superar los niveles pasando desapercibidos, asesinando con sigilo, o enfrentándonos a todos los enemigos en formidables tiroteos; y cualquiera de las opciones que escojamos está igual de bien resuelta, componiendo de este modo un bloque nusualmente sólido.
El OctoCamo es una de las mejores adiciones al conjunto, no sólo por la espectacularidad de su ejecución en pantalla, sino también por las posibilidades que presenta. Se trata de un traje que aportará al protagonista la capacidad muscular que le falta, y que además le permite camuflarse con el entorno que le rodea de una forma totalmente camaleónica.
Hay muchos más fascinantes gadgets, algunos de ellos muy útiles como el Solid Eye, que nos permite gozar de visión nocturna o de un detector sónico para localizar a los enemigos; sin embargo el auténtico rey de los complementos es Metal Gear MK II. A este kilométrico nombre responde un simpatiquísimo robot en miniatura que hará un fenomenal trabajo en labores de exploración y de ataque sigiloso. El control es sencillo y el aparato se maneja a distancia de una forma inmejorable, gozando de un espectacular camuflaje que lo hace virtualmente invisible y disponiendo, además, de una prolongación para dar descargas eléctricas que dejen inconscientes a nuestros enemigos.
Los Beauty and The Beast Corps se cuentan entre los enemigos más temibles e impresionantes de la historia reciente de los videojuegos. Despiadadas y fascinantes máquinas de matar.
No obstante no todas las incorporaciones de Guns of the Patriots se incluyen en el apartado de complementos, y es que también aparecen por primera vez los medidores de psique y estrés. La importancia de ambos es relativa, pues a no ser que éstos lleguen al extremo no notaremos sus efectos, pero conviene mantenerlos bajo control. Si por alguna circunstancia se disparan, Snake comenzará a quejarse más de la cuenta, o incluso le costará llevar a cabo las acciones más sencillas como empuñar un arma o buscar cobertura. Podremos tener un relativo dominio sobre el estrés y la psique realizando de vez en cuando un descanso para fumar un cigarro, u observando una revista erótica.
 

Third Sun –Snake World-
Mucho se había hablado de la expectación que levantaba Metal Gear Online, la vertiente multijugador que incorporaría Metal Gear Solid 4. Finalmente el resultado es bastante aceptable, aunque algo más difuso y escaso de perspectiva de lo que cabía esperar.
Tras una instalación específica para esta parte, una actualización –en el momento del análisis el multijugador va por su versión 1.01- y el tedioso proceso de darse de alta en el GAME ID y en el Konami ID, por fin podemos ponernos a jugar. Antes de saltar al campo de batalla crearemos a nuestro único personaje. Konami, en una decisión incomprensible, ha limitado el número de caracteres a uno por consola, teniendo que pagar cerca de cuatro euros por tres ranuras opcionales más.
Artísticamente Guns of the Patriots es probablemente el videojuego más cuidado de la historia. Cada ángulo de cámara está escogido con esmero, la estilización de los combates es impecable, y la paleta de colores una maravilla.
Los modos de juego son Deathmatch, Deathmatch por Equipos, Captura de Base, Misión de Rescate y Misión de Infiltración. Todos ellos responden a las más clásicas ofertas de los títulos multijugador recientes, con variaciones del todos contra todos y captura la bandera con pequeñas modificaciones. Unos estilos muy marcados por la acción directa y sin concesiones, que tan sólo se toman un respiro en las escasas vertientes on-line de la infiltración.

Los mapas son espectaculares en su ejecución y con un mapeado muy acertado en líneas generales, homenajeando algunos de ellos a míticas localizaciones de episodios anteriores.

Se trata, por lo tanto, de un añadido agradecido y con muchas posibilidades de saciar la sed de acción sin complejos de sus usuarios, sin embargo el propio estilo de este multijugador no se asemeja en absoluto a lo que siempre ha caracterizado a Metal Gear, haciendo muchos de sus rasgos más importantes totalmente inútiles. Así emplear los sistemas de cobertura es una pérdida de tiempo muy importante, y emplear el sigilo tampoco será de gran ayuda, pues el ritmo de esta parte es totalmente frenético, muy alejado del sesudo y lento desarrollo de la mayor parte de la campaña individual.
Metal Gear Online es la vertiente multijugador que incorpora Guns of the Patriots. El resultado es un competente modo on-line para hasta 16 jugadores.
Twin Suns –Arte y Tecnología-
Toda esta brillante jugabilidad viene acompañada por un apartado gráfico sencillamente apabullante, siendo Metal Gear Solid 4 el más brutal exponente visual de cuantos juegos exclusivos de PlayStation 3 se han lanzado hasta ahora.

Para empezar hay que destacar el modelado de Snake que es sencillamente espectacular. Tanto en términos artísticos como en los más puramente técnicos su acabado es increíblemente bueno, y es un verdadero placer ver a nuestro anciano protagonista moverse por los escenarios agachado, trepar a las alturas o ejecutar a sus enemigos con sus propias manos, todo ello con un realismo al que sólo podríamos acercarnos con el brillante Altair de Assassin´s Creed. Muy pocos peros se pueden poner a la animación de nuestro protagonista, algunos fallos de acabado en su movimiento al girar sobre sí mismo arrastrándose por el suelo, y la irregular sensación de caída que transmite el personaje al descolgarse desde cierta altura.
Sin embargo el trabajo llevado a cabo sobre el héroe desmerecería muy mucho si el del resto de personajes no fuera igual de efectivo. No es el caso. Los enemigos, y amigos, de Guns of the Patriots están igual de fenomenalmente llevados a cabo. Los escenarios también son poderosos ejercicios de estilo, y no sólo por su exquisito mapeado que potencia a la perfección nuestras capacidades de sigilo, sino porque multiplican las diferentes posibilidades a la hora de enfrentarnos a las situaciones. Su aspecto técnico es incontestable, beneficiándose especialmente de una iluminación sencillamente soberbia.
Con todas estas virtudes visuales cuesta creer que Metal Gear Solid 4 tenga algún tipo de talón de Aquiles en su apartado gráfico, pero tiene uno, y es importante: Las texturas. En Guns of the Patriots éstas presentan un nivel de detalle realmente bajo, especialmente notorio si se compara con el resto de aspectos tecnológicos del programa que rayan a gran altura. Volvemos, por lo tanto, a encontrarnos con el que está siendo sin lugar a dudas el mal endémico de PlayStation en esta generación, la baja calidad a nivel de texturas.
En lo que se refiere a la tasa de imágenes por segundo, ésta se mantiene de forma muy sólida en unos bagajes muy altos, experimentando únicamente alguna caída en momentos muy puntuales. Algunos ligeros defectos de clipping completan una, por lo demás, impecable experiencia tecnológica.
Guns of the Patriots sigue haciendo un genial uso del sentido del humor. No todos los gadgets serán sofisticados, y es que en ocasiones el meternos dentro de un barril y dejarnos caer cuesta abajo puede ser muy efectivo.
Por último cabe mencionar uno de los aspectos más polémicos del videojuego, su instalación. Para empezar, y antes de iniciar si quiera el título, Metal Gear Solid 4 realiza una instalación en nuestro disco duro de poco más de 4 gigas, que ronda los 8 minutos, y que parece anunciar una única visita al Hard Drive de nuestra videoconsola. Sin embargo, y contra todo pronóstico, antes de cada nivel tendremos que hacer frente a una nueva precarga que llevará entre tres o cuatro minutos. La dilatada duración de los niveles, y lo espaciado de estas instalaciones hace que este factor no sea demasiado molesto, no obstante es chocante tener que recurrir a ello.

Lo sonoro vuelve a ser, como es costumbre en las series, un factor desequilibrante. La banda sonora de Harry Gregson-Williams y Nobuko Toda hace un sobrecogedor trabajo de acompañamiento, con uno de los scores más inspirados del compositor británico. El sonido de las armas es incontestable; los efectos del viento, pisadas y golpes igualmente efectivos, y para alegría de algunos y enerve de otros siguen presentes los chillones sonidos de sorpresa del enemigo o de recogida de objetos.

El doblaje está en perfecto inglés con la única traducción al español de los textos. Una decisión que cuesta entender, especialmente por ser la de Metal Gear Solid una de las pocas sagas con localizaciones de voz de sobresaliente acabado en nuestro país; pero que finalmente pareció deberse a motivos de espacio. La mencionada traducción de los textos es sorprendente, con innumerables fallos tanto gramaticales como de contexto, y con algunas frases que han sido traducidas como exactamente lo contrario de lo que dicen los personajes. Por lo demás el trabajo vocal es impresionante, especialmente por un David Hayter en perpetuo estado de gracia en lo que se refiere a su trabajo con Snake, que nos depara los mejores momentos del anciano y desencantado protagonista.
El MK II y el Octocamo son dos de las mejores adiciones del juego. El primero es un pequeño robot con el que podremos explorar e incluso atacar en lugares remotos. Eso si, cuidado con agotar la batería.
 

Old Sun –Conclusiones-

Metal Gear Solid 4 Guns of the Patriots es el cierre soñado al paso de Solid Snake por la saga. Un broche redondo, poderoso y emotivo a la trayectoria del espía más famoso de la historia de los videojuegos.
El título lleva hasta el límite la fórmula que ha convertido a Hideo Kojima en uno de los más auténticos creadores de la industria, y añade los elementos justos, centrándose mucho más en pulir hasta rozar la perfección el resto de aspectos jugables. Dotado de un componente de acción cuidadísimo, y con un combate cuerpo a cuerpo más rico que nunca, Guns of the Patriots es la experiencia de sigilo definitiva, y al mismo tiempo un shooter fenomenal. Todas las alternativas están ahí, y somos nosotros quienes decidimos por cual de ellas optar.

 
La escena de video que precede a la aparición del menú cada vez que arrancamos Metal Gear Solid 4 es una de las más impresionantes de la historia reciente de los videojuegos. Poesía en imágenes y sonido.
Los cinco capítulos que componen el videojuego son tremendamente regulares, tanto en términos de duración –todos rondan entre las 4 y las 6 horas-, como en el aspecto cualitativo. Quizá el episodio más flojo sea el Acto 2, Solid Sun, algo deficiente en términos de mapeado e intensidad.
No obstante el juego, aunque pudiera parecer lo contrario, dista de la perfección. Para empezar algunas escenas de video superan ampliamente lo tolerable en términos narrativos, y esto no se debe a su duración, pues las que más adolecen de ello no son necesariamente las más largas, sino más bien a una discutible capacidad de sintetizar y optimizar el tempo de los diálogos. En segundo término la IA del enemigo sufre de algunos severos problemas, incluso en el nivel de dificultad más alto, especialmente notoria es su lenta capacidad de reacción que nos permite disponer de unos valiosísimos segundos desde que somos descubiertos hasta que el enemigo comienza a hacer fuego sobre nosotros.
Sin embargo estos escasos peros palidecen ante la desmesurada calidad del resto de aspectos del videojuego, y no empañan en absoluto su sobresaliente calificación. Una experiencia imprescindible que ningún poseedor de PlayStation 3 debe perderse.


GRAFICAS: 10/10                         BANDA SONORA: 10/10                             HISTORIA: 9/10
JUGABILIDAD: 9/10                   IMNOVACIÓN: 10/10        

 

 

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