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Starcraft




GENERO: Estrategia
ONLINE: No Aplica
AÑO: 1998
DESARROLLADORA: Blizzard
PLATAFORMA: PC






















ANALISIS:
Para que un juego alcance la perfección debe contar con dos ingredientes primordiales: una buena base y detalles. Si a eso le sumamos una pizca de mimo y buen hacer, regamos con una localización excelente y aderezamos con un argumento sublime, épico, obtenemos la tan deseada perfección. Aclarar que, por supuesto, ésta no existe. Nos estamos refiriendo a ella como uno de los máximos en lo que a juegos de este tipo se refiere. 

Hablando de SC se nos viene a la cabeza la palabra que mejor lo define: equilibrio. Todo en SC es puro equilibrio: las tecnologías, las unidades, los edificios y lo más importante, y probablemente la clave de su éxito: las razas. 

Un detalle que sorprenderá: las razas 

Contamos con tres razas: Terran, Zerg y Protoss. Cada una es completamente distinta a otra, aunque entre sí cuentan con puntos comunes, aparte de su base de desarrollo. Ésta es la construcción de edificios, de unidades y alojamiento para ellas. El alojamiento consiste en que no podremos construir más unidades mientras no despleguemos los medios necesarios para ello, que en este caso son barracas, pilones o superamos (según la raza), permitiéndonos uno de estos edificios alojar un número fijo de unidades. 
  
Todas las razas tienen una evolución básica idéntica: un edificio permite a otro y un edificio permite unidades y tecnologías. Pero según la raza la construcción de estos edificios puede tener ciertas restricciones. Los Terran no tienen ninguna, pero sí los Zerg y Protoss, que necesitan de unos edificios concretos para poder extender sus edificaciones. Aparte de eso, los Protoss y Terran construyen estos edificios con unas unidades (los peones): mientras que los VCE Terran necesitan estar junto al edificio en tanto los construyen, las sondas Protoss pueden dedicarse a otras tareas durante su construcción. Los Zerg tienen un concepto totalmente nuevo, la mutación: al ser seres orgánicos, los zánganos (sus peones) tienen que mutar en esos edificios, por lo que cada edificio consumirá un zángano. Además, ciertas unidades pueden mutar en otras más poderosas. 

La evolución tecnológica es la misma para Protoss y Terran, mientras que los Zerg se separan. Éstos han de mutar su edifico principal para acceder a nuevos avances. Este concepto está directamente heredado de W2: allí debíamos evolucionar el ayuntamiento a castillo, por ejemplo. 

Estas son las diferencias básicas de las razas, pero existen otras, como puede ser supremacía en campos militares o tecnológicos, velocidad de creación, etc. 

La base y los detalles 

Pero como ya hemos hablado, este juego se basa en una base y en un pulido de ésta. Comenzamos por la base; mucho se dijo en su día de que SC era Warcraft en el espacio. Y la gente no se equivocaba puesto que así es en esencia. De W2 coge absolutamente todo y lo eleva a la máxima potencia. Comenzando por el concepto de desarrollo de una colonia o poblado, como es la recolección de recursos, hasta la evolución de la misma, con las tecnologías y avances. El concepto de pocas unidades pero especializadas también se ha heredado de los orcos y humanos. También hereda el concepto de los héroes, personajes más fuertes y que nunca deben morir. En SC su protagonismo es mucho mayor, haciendo acto de aparición en cada nueva misión. Usarlos será casi imprescindible en ciertas misiones y sus poderes especiales nos salvarán en más de una. 

Ahora bien, SC presenta una serie de detalles y novedades que aunque pueden parecer superficiales ayudan a que el juego alcance tal nivel de calidad. Ya hemos hablado de las distintas razas, contando cada raza tiene un diseño gráfico de interfaz distinto, aunque en su base sea la misma. Hablando de la interfaz decir que es muy cómoda y funcional. A la izquierda tiene el mapa, en el centro el visor de unidades seleccionadas (o edificios) y a la derecha el menú de acciones. Todo en ese menú es gráfico por lo que cuesta adecuarse a relacionar las imágenes con la acción, aunque en 30 minutos lo tenemos más que dominado. A destacar la inclusión de unos retratos animados de cada unidad, haciendo que esta parezca tener vida. Cuando la seleccionamos hace un gesto, o cuando la mandamos atacar otro, a la par que habla o suelta un sonido en caso de los Zerg.
 

Siguiendo con los detalles que acentúan la calidad del juego, decir que los menús del juego y los briefings son muy buenos, animados y propios de cada raza. 

Pero donde realmente SC destaca sobre cualquier otro juego de ETR es en su argumento. Realmente es una de las mejores historias de ciencia ficción nunca habidas en un juego. Si leemos el manual (obligado) entraremos en antecedentes sobre la historia de cada raza, que continuaremos en el juego. Cada raza tiene una historia completamente diferente. Lo malo es que si queremos enterarnos perfectamente de la historia deberemos jugar las campañas por orden (Terran, Zerg y Protoss), aunque no es un problema en sí. La historia no presenta ninguna fisura argumental y los giros y sorpresas son realmente de película. 

¿Y estrategicamente? 

Estratégicamente SC es un juego bueno. Hay poca cantidad de unidades, pero su especialización y habilidades especiales harán que debamos estudiar perfectamente qué unidades producir para cada momento. El termino de contraunidad no está claro en el juego. Si bien en Age of Kings un campeón puede matar a un caballero, está claro que un piquero lo hará mucho mejor y con más eficacia. Pues aquí no ocurre exactamente lo mismo. Hay unidades muy poderosas que serán capaces de acabar con casi todas las unidades y otras que serán barridas con la mirada. Las contraunidades en sí sólo son las antiaéreas. Pero como ya he dicho, la especialización de cada una nos hará pensar como plantear nuestros ataques. Así, será mejor llevar unos cuantos mutaliscos para cubrir el bombardeo de unos guardianes. 

Sin embargo, la estrategia en el juego multijugador se acentúa en ciertos estadios para pasar a ser inútil en gran parte de la partida. Al empezarla, si queremos hacer un rush, deberemos tener perfectamente estudiada nuestra estrategia para que salga bien o no. Pero cuando los primeros 15 minutos de partida han pasado, excepto cómo recolectar y qué construir, militarmente no existirá estrategia. Solo deberemos amontonar unidades especificas, que se cubran entre ellas y mandar al ataque. También podremos utilizar las reinas o los árbitros, pero que no decantarán una partida a no ser que se combinen con ataques masivos y se usen rápida y eficazmente. Realmente, cuando juegas una partida multijugador en SC, parece que estas jugando un arcade isométrico. 

 
Un alarde de técnica 

Técnicamente el juego es sobresaliente. Los gráficos están perfectamente definidos, con cientos de detalles en los edificios, como sean luces en los Terran o movimientos en los Zerg. Las animaciones de las unidades son correctas: distinguimos claramente como un marine terran mueve su fusil al andar o se para, lo apunta y lo dispara. Una de las más conseguidas ocurre cuando el hidralisco Zerg abre la boca para escupir. El único fallo achacable al apartado visual es que no se puede variar la resolución. 

El apartado sonoro es perfecto también. Cada raza tiene su propio estilo de música: los Terran más rockera y guitarrera; los zerg más sugerente y lúgubre, por ejemplo. Los efectos sonoros son abundantes y no se repiten entre unidades. Cada unidad tiene un sonido al atacar o al responder a nuestra llamada. Destaca que cada vez que pinchamos en una unidad dice una frase (o sonido en los zerg), teniendo estos 4 o 5 distintas. El doblaje de los personajes es perfecto: no se repiten actores, no hay distorsión, está muy bien integrado en la acción e incluso contiene efectos especiales (retumbe o distorsión). 

Como conclusión, decir que el apartado monojugador de SC es sublime, excelente, un modelo a seguir en lo que a mimo y dedicación hacia él. Está repleto de detalles que pueden parecer insignificantes pero que agradan al usuario. El apartado multijugador peca un poco de frenético en ciertos momentos y en otros peca de no-estratégico, pero aún así jugar una partida de SC con contrincantes humanos es muy satisfactorio (aunque mueras a los 5 minutos). La intro es muy buena y los videos intermedios mejores aún (sobre todo el de la voladura de la estación espacial por los Terran). 

En resumen, si no has jugado a SC y te gusta la estrategia en tiempo real, deberías hacerlo, pero atento a la temática, si no te gusta la ciencia ficción puede que no te agrade.

GRAFICAS: 10/10                         BANDA SONORA: 9/10                             HISTORIA: 10/10
JUGABILIDAD: 9/10                   IMNOVACIÓN: 9/10       

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