GUÍA AGE OF EMPIRES
Las primeras misiones en Egipto pueden considerarse un tutorial por su simplicidad, y aunque son de dificultad progresiva, en teoría no deben plantearte muchos problemas. En estos escenarios es donde tendrás ocasión de probar vuestras tácticas particulares e irte familiarizando con el juego. Estas misiones son para aprender y adquirir técnicas.
En Ecos de Babilonia el tiempo de las pruebas ya ha pasado, y ahora comienzan las misiones en serio. Cada vez podrás cometer menos errores, y tendrás menos tiempo para pensar.
Las misiones de Grecia se caracterizan por el denominador común de la guerra en un mundo dividido en pequeñas naciones que luchan unas contra otras en los primeros tiempos de la civilización. Son misiones que requieren de toda tu sabiduría estratégica y habilidad manejando ejércitos para crear un imperio glorioso.
El Japón con el que nos encontramos no es el de los samuráis y los shoguns, sino casi el de la Prehistoria, en el año 1.185 en el periodo Kamakura. Y las ocho misiones que aquí se ambientan son las más difíciles del juego. En ellas deberás aplicar lo que has aprendido hasta el momento a las situaciones más límite y a los desafíos más exigentes.
MISIÓN 1: CAZAR
Objetivo: este escenario es muy fácil, pues se trata de una introducción caza y los rudimentos de la construcción. Empezando con un aldeano, tendrás que construir hasta lograr siete.
Desarrollo: tendrás que cazar y construir una casa. Selecciona al aldeano y caza una gacela. Si la pierde de vista, redirígelo hacia la presa. Cuando tengas 50 de carne podrás crear otro aldeano en el centro de la población. Usa a ambos para cazar, aumentando la velocidad del proceso. Sigue haciendo lo mismo a medida que vayas teniendo disponible más carne. Cuando alcances el límite de población, construye una casa para poder crear más aldeanos. Cuando tengas 7, ganarás.
Peligros: animales salvajes, quizá un león o un cocodrilo ataquen a tus aldeanos. Para eliminar a estos animales es mejor tener un grupo de cazadores que uno solo.
MISIÓN 2: RECOLECTAR
Objetivo: tienes que construir un almacén subterráneo, un granero y un muelle.
Desarrollo: tendrás que recoger comida de los arbustos y talar árboles para completar el escenario. Construye nuevos aldeanos y una casa para acelerar el proceso. Envía a dos aldeanos a recoger bayas a los arbustos que hay al este. Cuando se terminen, busca más al otro lado del río. Usa al tercer aldeano para talar árboles. Crea más aldeanos para acelerar ambos procesos. Construye el granero cerca de los arbustos para hacer más corto el paseo. Lo mismo sucede con el almacén subterráneo, que debe ser emplazado cerca de los árboles. Construye casas según sea necesario. En cuanto puedas, construye el muelle en el río y ganarás.
Peligros: sólo depredadores salvajes.
MISIÓN 3: DESCUBRIMIENTOS
Objetivo: tienes que encontrar los cinco descubrimientos, los símbolos que hay en el suelo parecidos a pinturas rupestres.
Desarrollo: tendrás que construir, recoger bayas, talar árboles y explorar. Tendrás un solo aldeano al principio, y debes enviarle a recoger bayas al este de la aldea. Crea otro aldeano para hacer lo mismo, y un tercero para talar árboles. También puedes crear un cuarto para recoger comida. Sigue este proceso hasta que tengas cuatro aldeanos libres para explorar. Cógelos y explora el mapa para encontrar los cinco descubrimientos, acercando a los aldeanos lo suficiente a los descubrimientos como para que los reclamen. Las ubicaciones de los mismos son: esquina oeste del mapa, norte del mapa, sur, este y uno ligeramente al este del centro, cerca de la plaza central libia.
Peligros: habrá depredadores cerca de los descubrimientos, pero si mantienes el grupo de aldeanos sin separarles, no tendrás problemas. También encontrarás un libio a caballo al que podrás derribar con todo el grupo.
MISIÓN 4: EL AMANECER DE UNA NUEVA ERA
Objetivo: llegar a la Edad de las Herramientas
Desarrollo: el proceso de pasar de la Edad de Piedra a la de las Herramientas pronto te será familiar. Necesitas construir dos estructuras de la Edad de Piedra (cualquier combinación de granero, almacén subterráneo, barracones y muelle) y amasar 500 de carne. Cuando lo hayas hecho, pulsa en la plaza central y selecciona el icono de la Edad de las Herramientas para evolucionar hacia ella. Tendrás que pescar para lograr comida en este escenario. Los aldeanos sólo pueden pescar en zonas donde haya peces junto a la orilla.
Peligros: ninguno.
MISIÓN 5: ESCARAMUZA
Objetivo: vencer al enemigo.
Desarrollo: empezarás con un pequeño grupo de arqueros y guerreros. No hay que construir nada en esta misión, sólo moverse por el mapa para exterminar al enemigo. El único truco a seguir es mantener a todos tus hombres juntos para sufrir el menor número de bajas posible y aumentar la eficacia de los ataques. El enemigo está en la esquina este del mapa, y está bastante diseminado, por lo que puede aparecer en cualquier momento. Puedes ganar en muy poco tiempo.
Peligros: unido vencerás, dividido puedes caer.
MISIÓN 6: AGRICULTURA
Objetivo: controlar las ruinas y amasar 800 de comida.
Desarrollo: tienes que controlar las ruinas que hay al oeste, al otro lado del río. Los nubios están allí, así que tendrás que enfrentarte a ellos. Además, después de unos minutos, ellos lanzarán un ataque sobre ti. Pon a uno de tus aldeanos a cortar árboles, y a los demás a recoger bayas. Mejora a los guerreros para que usen hachas y crea tres más. El ataque llegará desde el río que hay al norte.
Mantén unidos a los guerreros para repeler el ataque, e impide a toda costa que el enemigo traspase tu defensa y acose a tus aldeanos. Cuando termines de recoger las bayas, corta madera y construye un mercado, con lo que podrás crear granjas para obtener comida. Cuando ataquen los nubios ataquen y los repelas, contraataca inmediatamente. Deberías ser capaz de matar a casi todos sus aldeanos y mermar su crecimiento. Construye la arquería y crea algunos arqueros para combinarlos con los guerreros. Cruza el río, mata a los nubios (bien matándolos a todos, bien eliminando a sus aldeanos para que no puedan mantenerse), y consigue el control de las ruinas. Cuando tengas 800 de comida, ganarás.
Peligros: los nubios atacarán. Si no consigues contenerles y contraatacar con éxito, crecerán en número y atacarán con mayor virulencia. No te distraigas con las ruinas, los nubios son la única amenaza.
MISIÓN 7: COMERCIO
Objetivo: amasar 1000 de piedra y 1000 de oro.
Desarrollo: necesitas emplear el comercio para ganar este escenario. Los cananitas son tus aliados, y debes comerciar tu comida por su oro, aunque antes de llegar a ese punto tendrás que rechazar un asalto por mar. Cuando empiece el escenario haz que tus aldeanos corten árboles y construye otros cuatro aldeanos en cuanto puedas para que recojan bayas. Construye un buque explorador y sigue produciéndolos, pues te harán falta contra los enemigos. Perderás cuatro o cinco de ellos, y tu muelle será atacado. Quizá tengas que usar un aldeano para reparar el muelle.
Superado este asalto inicial, construye barcos de pesca y haz que la mayoría de los leñadores recojan bayas. Los libios empezarán a atacarte desde el oeste con un arquero o dos y una balista, así que ten cuidado. Construye barracones para producir cuatro o cinco soldados con garrote y mejóralos a soldados con hacha para que se ocupen de la ofensiva libia. Rechazado este ataque, todo se facilita.
Avanza hasta la Edad del Bronce, y consigue la roca que hay al este. Construye unos cuantos barcos mercantes y envíalos hacia el sur para localizar el puerto cananita. Empieza a cambiar comida por oro. Hay una pequeña península al sur del mapa donde está la cultura minoica. Tendrás que enviar tropas allí con transportes para derrotarles y minar la piedra que hay en su territorio. Así conseguirás los 1000 de roca necesarios, mientras que el oro llegará con el comercio.
Peligros: el asalto naval inicial es feroz, y la ofensiva libia casi engancha con él. Sobrevive a ambos y ganarás.
MISIÓN 8: CRUZADA
Objetivo: convertir una balista y llevarla a tu plaza central.
Desarrollo: tienes que usar un sacerdote para convertir una balista protegida por arqueros, por tanto, no puedes ni destruir la balista ni permitir que mueran tus sacerdotes. No serás atacado hasta que te aventures hacia el sudoeste y al noroeste, así que puedes construir con tranquilidad. En la esquina sur del lago que hay en el centro del mapa, hay algo de oro. No vayas más allá de este punto o activarás un ataque de la balista.
Empezarás con un sacerdote: usa el oro obtenido para crear dos más, pero no emplees el oro para nada más. Crea un explorador y ve hacia el sudoeste con cuidado hasta que veas la balista. Retrocede cuando lo hagas y ve hacia el noroeste hasta divisar a los arqueros. Ahora construye una fuerza de ataque y ve al noroeste por la orilla norte del lago, y mata a los arqueros. La balista podría atacar; ignórala, termina con los arqueros y huye de ella. Usa a los tres sacerdotes para acercarte a la balista (haz que estén algo separados entre sí) y conviértela. Cuidado con un arquero que podría estar vigilando la balista. Lleva algunos arqueros con tus sacerdotes. No olvides devolver la balista a tu plaza central.
Peligros: podrías activar un ataque antes de tiempo si vas demasiado hacia el oeste, puedes destruir la balista, o puedes perder tus sacerdotes.
MISIÓN 9: PUESTO FLUVIAL
Objetivo: destruir las torres vigía de la isla, construir una plaza central y dos torres.
Desarrollo: esta misión es muy tranquila y no te atacarán. Empiezas en la parte oeste del mapa con bastantes recursos. Corta árboles, mina oro, construye granjas, coge bayas, caza, y todo lo que sea necesario para llegar a la Edad del Hierro. Hay oro en las colinas que tienes al norte. Cuando llegues a la Edad del Hierro, construye un muelle y mejora el buque explorador a trirreme. Construye también un centro de gobierno y mejora el alcance de tus armas de asalto.
Usa el trirreme con catapulta para eliminar las torres de la isla que tiene al este y destruye los leones y cocodrilos. Ahora crea un transporte y lleva algunos aldeanos para construir una plaza central y minar piedra. Construye dos torres en la isla y habrás terminado.
Peligros: ninguno real. Sólo necesitas paciencia y una o dos trirremes.
MISIÓN 10: BATALLA NAVAL
Objetivo: librarás una batalla naval, aunque el escenario es fácil. Primero derrota a los libios en el mar para controlarlo, y después invade sus tierras para capturar el artefacto. Llévalo a tus costas y ganarás.
Desarrollo: puedes ganar rápidamente si consigues controlar el mar a tiempo. Haz que todos tus aldeanos iniciales corten árboles, y crea otros tres para reunir bayas. Crea algunos más cuando tengas comida y haz que recojan bayas. Tus edificios costeros serán atacados por barcos libios, pero puedes ignorarlos hasta que ataquen el muelle. Intenta esperar a construir barcos hasta que tengas comida suficiente para mejorarlos a galera de guerra. Construye tres de ellas y ataca a la armada libia unidad por unidad. Controlarás el mar por poco tiempo. Construye barcos de pesca y más galeras, así como aldeanos. Crea unos barracones para conseguir algunos soldados.
Los libios tratarán de invadirte si les dejas tranquilos, así que usa tu armada para atosigar a sus edificios costeros. Ataca sus transportes para evitar la invasión. Sigue construyendo barcos y minando oro. Avanza a la Edad del Hierro, mejora tu armada, y construye un par de trirremes con catapulta. Con ellas podrás eliminar un 80 por ciento de las estructuras libias. Invádeles con una pequeña fuerza y vuelve con el artefacto para ganar.
Peligros: los libios construirán un barco detrás de otro si les dejas. Mantén la superioridad numérica en el mar y todo irá bien. Si ellos tienen el control lanzarán una invasión, así que prepárate para ella. Si consigues hacerlo, podrás construir a un ritmo más tranquilo.
MISIÓN 11: MARAVILLA DEL MUNDO
Objetivo: construir una maravilla.
Desarrollo: este escenario necesita un comienzo rápido. A los pocos minutos de empezar te invadirán con un transporte cargado de unidades que te dejarán muy mermado si no puedes repelerlos. La fórmula ganadora para este escenario es muy sencilla: repeler el ataque inicial, comerciar por oro con la cultura minoica (sudeste del mapa), avanzar a la Edad del Hierro, repeler otro ataque cananita, minar la roca que hay en la franja de tierra del extremo oeste del mapa (hay que cruzar el mar para llegar), y construir una maravilla.
Para repeler el ataque inicial tienes que construir dos barcos de pesca nada más comenzar el escenario, enviar a dos aldeanos a talar árboles, y a otros dos a recoger bayas. Crea cuatro aldeanos adicionales, tres de ellos para reunir bayas y el cuarto para construir unos barracones. Crea soldados con hachas e investiga la rueda para aumentar la velocidad de los aldeanos. Cuando te invadan, usa a los aldeanos para ayudar a los soldados a rechazar al enemigo. Tus pesqueros también serán atacados, y puedes perderlos.
Repelida la primera invasión, construye más aldeanos para maximizar tu recolección de recursos y pasar rápidamente a la Edad del Hierro. Construye un pequeño ejército, actualiza a galeras de guerra, y crea unas pocas. Seguramente haya otro ataque de una fuerza mayor, pero no deberías tener problemas para rechazarlo. Una vez hecho esto, acosa a los cananitas (en el extremo oeste del mapa) y destruye cualquier transporte que haya cerca de su ciudad. Así tendrás tiempo para construir una maravilla.
Peligros: como en muchos otros escenarios, te invadirán muy pronto.
MISIÓN 12: EL ASEDIO DE CANAAN
Objetivo: destruir el centro gubernamental cananita.
Desarrollo: lleva de inmediato a tus unidades iniciales al extremo este del mapa. Si vas hacia el oeste activarás un ataque, mientras que si rondan el borde del mapa, podrás construir con tranquilidad. Haz que tus aldeanos iniciales recojan bayas y crea otros cuatro o cinco para acelerar el proceso. Una vez agotadas las bayas, ve hacia el norte en busca de un bosque. Construye un almacén subterráneo y tala árboles. Cuando el almacén esté terminado, podrás llegar a la Edad de la Herramienta. Si andas corto de comida, al oeste del bosque hay un río donde podrás pescar (construye un muelle y un único barco de pesca). También puedes construir un barco explorador y ve hacia el norte para incordiar al enemigo (seguramente podrás matar a algunos arqueros).
Construye un granero y un mercado cuando estés en la Edad de la Herramienta y crea granjas. Sigue cortando árboles en la parte este del mapa (puedes acercarte al oeste, pero nunca más allá del río). Amplía tu ejército y prepárate para un posible ataque, bien en la Edad de la Herramienta bien en la del Bronce. Puedes conseguir comida y madera suficientes para llegar a la Edad del Bronce. Construye un pequeño ejército y ve hacia el sur por los bordes del mapa, y cuando llegues al límite, ve hacia el oeste hasta encontrar una colina. Al norte de la misma te enfrentarás al enemigo. Deja que se acerquen y elimínalos. Cuando cese el ataque, investiga hacia el oeste subiendo la colina. Quizá en su cima tengas que enfrentarte a algunos soldados.
Tomado el control, podrás minar oro y roca en la cima, con lo que podrás avanzar a la Edad del Hierro. Si necesitas más oro, hay más colinas al oeste de la primera en cuya cima encontrarás este recurso. Ya en la Edad del Hierro, crea una fuerza de ataque medianamente grande con catapultas protegidas con bastantes arqueros. Hay un paso en el río protegido por torres. Elimínalas con las catapultas (protégelas bien con los arqueros), y limítate a marchar hacia el norte. Por el camino tendrás que destruir algunas torres. El centro gubernamental cananita está en el extremo norte, protegido por murallas.
Peligros: no actives el ataque enemigo demasiado pronto, espera a tener suficientes unidades para aguantar el embate. Si lo haces así, no tendrás problemas para ganar.
MISIÓN 1: EL HOMBRE SANTO
Objetivo: convertir o destruir las civilizaciones rivales.
Desarrollo: empezarás con un solo sacerdote. Cruza el río hacia el este para encontrar la aldea de Akkam y empieza a convertir a sus aldeanos. Con tu primer converso, construye una plaza central, y haz que tale árboles cuando termine. Necesitarás madera para casas y barracones, así que pon a los primeros conversos a reunir madera y comida. La clave para ganar este escenario es dejar en paz al explorador Elam, que está en la esquina oeste del mapa y es la amenaza.
Si intentas atacarle o convertirle, enviará una fuerza de ataque antes de lo previsto. Ignórale y sigue talando madera, reuniendo bayas, y convirtiendo a otros aldeanos. Crea algunos soldados. Elam enviará una fuerza de ataque en breve, y tendrás que hacerle frente. Usa a tu sacerdote para convertir a uno de los soldados de Elam, pero cuidado conque dañen a tu sacerdote. Rechazado el ataque, el juego es pura rutina. Haz que crezca tu ciudad, crea nuevos aldeanos y soldados, avanza a la Edad de la Herramienta, etc. Hay algo de oro en la aldea de Akkam para avanzar a la Edad del Bronce. Construye una fuerza de ataque y cruza el río hacia el oeste para destruir a Elam. Vuelve atrás para destruir las estructuras restantes de Akkam y ganar.
Peligros: te atacarán pronto, así que prepárate. Asegúrate de no perder el sacerdote.
MISIÓN 2: EL VALLE DEL TIGRIS
Objetivo: capturar los dos tesoros perdidos.
Desarrollo: es una misión de construcción rápida. Te arrollarán si no obtienes recursos y construyes con eficacia, y necesitarás toneladas de madera para barcos. Cerca de tu pequeña aldea no hay carne ni bayas, pero sí hay pescado. Tala madera y construye algunos pesqueros para obtener alimento.
Construye unos barracones y un almacén subterráneo para avanzar a la Edad de la Herramienta. Hora de construir una armada de buques, cuantos más, mejor. La mejor forma de superar este escenario es dominar el mar. El enemigo enviará galeras y transportes para invadirte, así que necesitarás soldados para proteger a tus aldeanos. Construir un segundo muelle para construir el doble de barcos al mismo tiempo es algo arriesgado, y para hacerlo tendrás que crear menos soldados y más aldeanos para obtener la madera rápidamente. Pero si lo consigues y construyes barcos a gran velocidad, podrás dominar el mar. La mejor defensa es una armada fuerte para destruir los transportes enemigos.
Lleva el combate a los muelles enemigos y destrúyelos todos para erradicar el problema. Para ello tendrás que avanzar a la Edad del Bronce y mejorar tu armada. Busca los muelles enemigos y arrásalo. El primero está en la parte sudeste del mapa, en la costa sur de la isla. Quizá lo reconstruyan, así que echa un vistazo de vez en cuando. Una vez destruido, ve hacia la costa este de la misma isla y destruye el muelle (está bien protegido). Eliminados los muelles, la probabilidad de que te invadan es casi cero, así que ya puedes construir una fuerza de invasión y recuperar esos tesoros.
El primero está ubicado en una isla que hay al oeste de tu asentamiento. Envía una pequeña fuerza y algunos aldeanos para encargarse de los soldados que hay allí. Coge el tesoro, pero deja a los aldeanos para minar el oro de la isla. El siguiente tesoro es más difícil de conseguir. Vuelve a la isla donde destruiste los muelles y "bombardéala" desde el mar para mermar sus defensas. Hay un muro que la rodea, pero podrás encontrar algunos huecos o crear los tuyos.
La invasión puede ser bastante difícil, y pueden ser necesarias varias oleadas para conseguirlo. Cuando entres, construye unos barracones y varias torres y empieza a producir unidades. Llegará un momento en que venzas.
Peligros: tienes que sobrevivir a la temprana batalla naval y a cualquier fuerza invasora que llegue a tus costas. Después tienes que neutralizar rápidamente los muelles enemigos para impedir más invasiones. Después de esto, el resto es casi coser y cantar.
MISIÓN 3: PERDIDO
Objetivo: destruir a los hititas.
Desarrollo: hay dos grandes obstáculos que salvar en este escenario, y después será sólo construir y conquistar. Empezarás en una isla cerca del extremo sur del mapa, con un sacerdote y un puñado de arqueros.
Al norte hay una isla con tres arqueros y un sacerdote enemigos. Lleva a tu sacerdote al borde de las marismas y sitúa a tus arqueros tras él, sobre tierra firme. Haz que uno de los arqueros dispare al enemigo una vez, con lo que éste correrá a su transporte para ir a tu isla. Primer obstáculo: tienes que convertir al transporte. Si lo consigues antes del desembarco, podrás llevar a los soldados enemigos a cualquier otro sitio y desembarcarlos allí. Si no, tendrás que proteger a tu sacerdote con los arqueros mientras se termina el proceso de conversión.
Convertido el bote, tendrás que afrontar el siguiente obstáculo. Hay una isla en la esquina oeste con un aldeano enemigo protegido por dos catapultas. Puedes sacrificar a tus arqueros para destruir las catapultas, o intentar atraerlas hacia el sur de la isla con el transporte. Si lo consigues, ve al sur y luego al norte para desembarcar a tu sacerdote y convertir al aldeano. Justo al este hay una buena isla para construir tu ciudad. Desembarca en ella y usa al aldeano para empezar el proceso. El enemigo está en otra isla, al sur. Tienes oro y roca, así que sólo tienes que crear un ejército y eliminarlo. Usa catapultas para destruir lo que puedas desde tu isla y después desembarca en la parte norte de la isla del enemigo para destruirle.
Peligros: quizá tengas que reiniciar el nivel varias veces para conseguir el transporte y al aldeano enemigo.
MISIÓN 4: RETORNARÉ
Objetivo: destruir a los elamitas.
Desarrollo: nada más empezar estás bajo ataque. Huye marcando a todas tus unidades y dirigiéndolas hacia el transporte para que embarquen, con la esperanza de que al menos un aldeano llegue a salvo. Navega hacia al extremo este del mapa, donde encontrarás una buena isla para colonizar. Construye una plaza central y empieza a producir aldeanos. Tienes que trabajar rápido, porque te invadirán en diez minutos aproximadamente.
Ya estás en la Edad de la Herramienta, así que construye arquería y establos para crear algunas unidades militares. La invasión llevará una catapulta, una balista y varias tropas. Debes repelerla. Si tienes éxito, sigue construyendo rápidamente. Lo intentarán de nuevo. Construye algunas torres. Sigue construyendo y repele al enemigo. Después toma la ofensiva construyendo una armada y limpiando las costas enemigas, con lo que podrás hacerle bastante daño. Debilita al enemigo y después invádele para asestar el golpe de gracia.
Peligros: tienes que sacar vivo a un aldeano y construir como un loco para rechazar la invasión.
MISIÓN 5: LA GRAN CACERÍA
Objetivo: capturar el artefacto.
Desarrollo: esta misión es de las más difíciles. Baste decir que tienes que salvar al principio y a menudo, empleando nombres diferentes con ranuras de partidas diferentes por si te equivocas en algún momento. Prepárate para correr una auténtica carrera de relevos. El sistema es que al menos uno de tus soldados llegue al relevo siguiente para pasar el testigo activando al siguiente grupo. Hay muchos ataques activados por proximidad, así que avanza con cuidado. Además, tendrás que obviar algunos peligros corriendo a través de ellos sin detenerte.
Para empezar, ve al sur, donde encontrarás algunos leones. Ocúpate de ellos de uno en uno a ser posible. También hay varios elefantes y un león. Pasa corriendo esto último y "libera" a los arqueros que te esperan. Después hay unos arqueros enemigos: mátalos. A continuación, el camino se divide, pero no importan qué rama cojas. Hay más arqueros enemigos y tienes que pasar hasta tus exploradores. Más adelante hay más arqueros y un puñado de torres que seguramente no puedas destruir. Mantén saludables a tus exploradores y mata a los arqueros. Ahora haz que los arqueros pasen primero entre las torres para que atraigan el fuego inicial, y después envía a los exploradores. Al menos un explorador debe llegar a la caballería que le aguarda.
Corre al norte, donde te aguardan unas catapultas. Al final de este relevo, podrás liberar a un par de sacerdotes, así que si puedes pasar corriendo por un obstáculo sin matarlo, quizá puedas volver más tarde para convertirlo. Pasa los arqueros con elefante y las torres hacia las dos catapultas. Destruye una si puedes y envía corriendo a los sacerdotes para convertir la otra mientras se acerca a ti. Derriba los muros para liberar a los sacerdotes. Quizá encuentres un par de catapultas que convertir en una isla que has pasado anteriormente, pero tendrás que cogerlas más tarde.
Si has conseguido convertir una catapulta y la has podido usar, retrocede hacia las torres para convertir a los arqueros con elefante. Atráelos uno a uno hacia tus sacerdotes para convertirlos. Puedes usar a los arqueros con elefante para atraer el fuego y convertir a las unidades que les atacan si es posible. Ahora busca el transporte que hay en el río, cerca de las colinas. Ve al otro lado del lago y desembarca a tus sacerdotes. Intentarán convertir las armas de asalto que hay al otro lado de la colina, un buen método para eliminarlas. Cruza el lago hacia la siguiente hilera de colinas. Tendrás que enfrentarte a unas torres y varias armas de asalto, y lo que es peor, sacerdotes. Usa tus catapultas para eliminar las torres. En lo alto de las colinas hay un puñado de balistas y una catapulta pesada. Emplea a tus tropas para atacar a las balistas y usa a los sacerdotes para intentar convertir la catapulta pesada, porque necesitarás su alcance.
Después de eso hay otra serie de catapultas. Lo mejor que puedes hacer es intentar darles con tu catapulta e inmediatamente cargar sobre ellas con tus tropas. Siguen varios arqueros y sacerdotes que podrás eliminar con la catapulta, y si no la tienes, usa tus tropas teniendo siempre listos a tus sacerdotes para reconvertir a cualquiera que convierta el enemigo. A continuación habrá unos arqueros que debes convertir si puedes. Si no, mátalos. Ahora retrocede cruzando el lago para coger las catapultas que quizá convirtieses hace tiempo, cuando destruiste la prisión. Hay tierra cerca de un puente natural que conduce a una isla, donde hay unos cuantos enemigos. Intenta convertir a cuantos puedas atrayéndolos fuera de allí, y destruye a los que no.
Te quedan aún muchas islas pequeñas que "limpiar", muchas de ellas con armas de asalto que debes destruir con cuidado o evitar. A partir de este punto es simplemente una mecánica de bombardear, convertir y curar desde la distancia, usando elefantes para atraer al enemigo y realizar el proceso con tranquilidad. Lo último es el asalto a una isla en el rincón oeste, donde está el tesoro.
Tendrás que eliminar rápidamente un arma de asalto nada más desembarcar en esta isla montañosa. Después de eso, bombardea las colinas y cura a tus catapultas y tropas a medida que sufran daños.
Peligros: todo está plagado de peligros. Los mayores son no conseguir una de esas catapultas al principio y perder a tus sacerdotes.
MISIÓN 6: LA CARAVANA
Objetivo: devolver el artefacto al templo.
Desarrollo: una misión rápida, todo un alivio en este momento, aunque tiene muchos ataques que se activan por proximidad, así que ten cuidado al moverte. Ve hacia el norte evitando leones y elefantes. Pronto llegarás a una parte del mapa donde la senda del bosque se divide en dos direcciones. Sigue la rama izquierda hasta que no haya bosque y puedas ir hacia el norte. Por el camino tendrás que matar a varios soldados con hachas. Sigue hacia el norte hasta que encuentres el río y después hacia el oeste bordeándolo. Encontrarás uno phalanx. Ataca y retrocede. Se detendrá. Repite el avance y retroceso hasta matarlo.
Justo al sur de la posición original del phalanx hay una colina con dos sacerdotes, y al oeste caballería. Ataca a la caballería y retrocede para que los sacerdotes no te conviertan. Mata a la caballería (sufrirás algún daño). Ahora carga hacia el oeste por el río. Mata al sacerdote si le ves, y si no, sigue avanzando. Cuando termine el río, ve al norte. Sufrirás daños por culpa de una torre o dos, e incluso puedes perder a tres o cuatro arqueros, pero no pasa nada. En este momento, deberías ver tu destino. Una vez pasadas las torres estarás a salvo en casa. Lleva el tesoro al templo y ganarás.
Peligros: tienes que mantener vivos a los arqueros hasta que llegues a las torres, porque si no, no podrás sobrevivir a esta escaramuza.
MISIÓN 7: SEÑOR DEL EUFRATES
Objetivo: destruir a asirios y caldeanos.
Desarrollo: este escenario exige construir rápidamente para rechazar un ataque, pero si sobrevives, podrás relajarte un poco. Antes que nada has de prepararte para un ataque de soldados en los primeros cinco minutos. Estás en la Edad del Bronce, pero tu tecnología pertenece básicamente a la de la Herramienta. Pon a todo el mundo a recoger bayas y cazar gacelas y construye cuatro o cinco aldeanos más para dividirlos entre alimento y madera. Construye un par de barracones y crea entre seis y ocho soldados.
Los caldeanos están al norte y atacarán primero, mientras que los asirios están al oeste, al otro lado del mar, e invadirán más tarde. Coloca tres o cuatro torres alrededor de tu campamento. Junto a los soldados, las torres rechazarán el ataque caldeano. Una vez repelida esta incursión, tienes que crear una ciudad, una ejército y avanzar a la Edad del Hierro. Tienes oro al este, y debes cogerlo antes que los caldeanos. Hay dos depósitos más, más al este del primero, así que no te conformes con lo primero que encuentres. Durante el proceso de construcción, los caldeanos te lanzarán un par de ataques pequeños. Prepárate. Los asirios también se unirán a la fiesta bombardeándote desde tu costa oeste con sus galeras y trirremes cuando las consigan. También debes esperar algunas invasiones asirias. No son difíciles de rechazar si tienes la adecuada protección de las torres necesarias.
Llegado este punto puedes jugar de dos formas: ponerte duro pronto con los asirios y construir una armada para proteger tus costas, navegar a las suyas, y destruir su muelle, o simplemente concederles el control del mar por el momento. En cualquier caso, hay que eliminar primero a los caldeanos. En este escenario tienen muchos almacenes subterráneos. Puedes ignorarlos o aprovecharlos. Crea un sacerdote o dos y haz que uno de tus soldados empiece a destruir uno de los almacenes. Los caldeanos enviarán a un aldeano tras otro para repararlo, y tus sacerdotes podrán convertirlos.
Avanza a la Edad del Hierro y construye un ejército. Marcha sobre los caldeanos usando armas de asedio para destruir su asentamiento despacio y con buena letra. Cuando hayas terminado, construye un par de muelles y una gran armada para navegar sobre los asirios. Derrótales en el mar y bombardea sus costas para suavizar sus defensas. Una vez eliminadas éstas, invade. El resto es típico: lleva a algunos aldeanos, construye barracones, arquería, etc.
Peligros: los únicos puntos problemáticos de este escenario son que te derroten al principio o permitir que los caldeanos obtengan el control del oro.
MISIÓN 8: NÍNIVE
Objetivo: destruir la Maravilla de Nínive.
Desarrollo: el reloj está en marcha desde el principio con la construcción de la maravilla, pero afortunadamente sólo la erige un aldeano, así que hay algo de tiempo. Lo malo es que no tienes aldeanos bajo tu control, ni tampoco plaza central. Nada más empezar mejora tus barcos exploradores a galeras de guerra, y mejora también tus torres. Empieza a construir nuevas galeras de guerra lo más rápido que puedas. Reúne a tus tropas cerca del muelle. Estás a punto de ser ferozmente atacado desde el mar por una fuerza invasora.
Usa la catapulta para ayudar en la defensa del muelle, pero con cuidado de no ponerla en primera línea donde puede ser destruida con facilidad. Tendrás que combatir varias oleadas de naves enemigas, y es imprescindible que controles las aguas cercanas a tu muelle, así que no dejes de construir galeras de guerra. Cuando se tranquilice la cosa un poco, coge un sacerdote, embárcalo en un transporte y navega hacia el oeste bordeando la parte inferior del mapa. Quizá en este punto quieras enviar algunos barcos a pescar. Desembarca a tu sacerdote en la primera masa de tierra que encuentres. Habrá un aldeano atrapado en el bosque. Conviértele y haz que construya una plaza central. Crea otros dos aldeanos para que se abran paso por el bosque talando árboles y cuando terminen, embárcalos en tu transporte. Quizá tengas que cubrir la operación con algunas galeras, ya que no lejos de los aldeanos hay enemigos. No permitas que talen hacia el norte, porque hay una torre cerca que les disparará.
Lleva a los aldeanos a tu isla y construye otra plaza central. Empieza a crear granjas, talar madera, crear aldeanos, etc. Es hora de empezar a construir tu ejército. Hay una isla en el extremo nordeste del mapa, muy fácil de conquistar, que contiene todos los recursos que necesitas. Para destruir la maravilla, tendrás que invadir una bien fortificada Nínive. Obtén el control de los mares llegado este punto y bombardea sus costas con trirremes y trirremes con catapulta. Haz lo que puedas desde el mar y después desembarca la fuerza de invasión en el rincón nordeste de su isla.
Necesitarás catapultas para destruir las muchas torres que encontrarás, infantería para protegerlas, caballería para cargar rápidamente y destruir balistas y catapultas, y sacerdotes para curar a los heridos. No cometas errores: el enemigo está bien fortificado con torres y resistentes unidades militares. Cuando te abras paso y destruyas la maravilla, ganarás.
Peligros: debes rechazar el ataque inicial, convertir con éxito a los aldeanos y liberarlos para construir tu isla, y crear una fuerza de ataque rápidamente para atacar Nínive antes de que termine la cuenta atrás.
MISIÓN 1: APROPIACIÓN DE LA TIERRA
Objetivo: destruir las granjas dorias y construir cinco granjas.
Desarrollo: al principio coge uno de tus aldeanos, llévalo al lago que hay en el sur del mapa y construye un muelle. Coge al resto de tus fuerzas iniciales y llévalas al oeste por el borde del mapa. Llegarás a un bosque con un claro natural en su centro y establece allí tu plaza central. En el lago, construye pesqueros para conseguir alimento, y haz que tus aldeanos del bosque talen árboles para ampliar el claro. Construye barracones y avanza a la Edad de la Herramienta. Construye un granero y un mercado, y después una granja. Cuidado con tener superpoblación. Usa a varios aldeanos en la misma granja para acelerar la obtención de comida. Quizá tengas que construir un buque en el lago para proteger a tus pesqueros. Puedes emplear una casa en la apertura que conduce al claro del bosque como obstáculo natural para impedir el acceso al enemigo. Cuando seas lo bastante fuerte, destruye la casa y sal a por los dorios.
Peligros: te atacarán constantemente. Usa arqueros para proteger la entrada de la aldea, y un aldeano para repararla. También puedes investigar y construir un muro si lo prefieres a una casa como barrera.
MISIÓN 2: CIUDADELA
Objetivo: capturar las ruinas y construir dos torres junto a ellas.
Desarrollo: este escenario es muy directo. Tendrás que construir, defender y después atacar. Pon a algunos de tus aldeanos a recoger bayas y crea algunos más para ayudarles. En pocos minutos te atacarán desde el norte, así que de forma paralela crea un pequeño ejército. Tendrás que talar árboles, aunque la recolección de alimento será tu principal prioridad. Construye un muelle y empieza a pescar, protegiendo tus pesqueros con buques. Cuando hayas reunido un buen ejército, ve hacia el norte y cruza el río por el paso. Encontrarás depósitos de oro defendidos por una torre y algunos soldados.
Derrótalos y construye barracones y arquería para crear más soldados. Cerca del oro, construye tu plaza central y lleva el oro a ella. Elimina cualquier estructura enemiga de la zona, evitando así ataques frecuentes. Pronto tendrás oro suficiente para llegar a la Edad del Bronce. Sigue construyendo soldados para hacer frente a los constantes ataques de pequeños grupos enemigos. En la Edad del Bronce empieza a hacer mejoras hasta construir un templo y un sacerdote para curar a tus soldados. Construye catapultas y marcha con ellas cruzando el río por y hacia el oeste para eliminar la aldea enemiga. Las ruinas están en el extremo oeste.
Peligros: en esta misión te atacarán constantemente, así que procúrate un flujo continuo de comida y madera. Si no puedes mantener un ejército constante, tendrás serios problemas.
MISION 3: LA EXPANSIÓN JÓNICA
Objetivo: encontrar las tres ruinas o construir un centro gubernamental en la zona marcada por las banderas rojas ionitas.
Desarrollo: la forma más fácil de ganar este escenario es construir el centro gubernamental. En cualquier caso, tendrás que dominar los mares. Pon a todos tus aldeanos al principio a recoger bayas, y construye dos pesqueros para conseguir comida. En cuanto puedas, crea más aldeanos y conviértelos en leñadores. Empieza a construir buques, al menos seis, y también algunos pesqueros más. Mantén cuatro o cinco pesqueros vigilados por unos seis buques como mínimo. Para talar árboles querrás tener un mínimo de 10 aldeanos. Avanza a la Edad del Bronce y mejora tus barcos. Lleva a una flota de barcos hacia el norte y ataca al enemigo. Destruye su muelle. Sigue construyendo trirremes. Hay una pequeña cadena de islas justo al norte de la isla grande que tienes enfrente: allí podrás minar suficiente oro para avanzar a la Edad del Hierro.
Una vez en ella, construye varios trirremes con catapultas tras investigarlas. Úsalas para destruir las torres costeras que guardan la zona abanderada. Después desembarca una pequeña fuerza de ataque y construye rápidamente el centro gubernamental en la zona abanderada. Usa tu armada para cubrirte mientras se construye. Cuando termine el proceso, ganarás.
Peligros: recibirás constantes ataques por mar. Si pierdes el control de las aguas, puede que te invadan.
MISIÓN 4: LA GUERRA DE TROYA
Objetivo: matar a Héctor y capturar el tesoro de Priam (un carro).
Desarrollo: empezarás en la parte oeste del mapa con unas cuantas tropas diseminadas. Reúnelas en el centro de la masa de tierra y haz que tus aldeanos recojan alimento. Aunque tienes un muelle, no construyas barcos todavía o el enemigo vendrá a destruirlos. Ignóralo de momento. Construye aldeanos, tala madera y crea granjas. Asegúrate de investigar la rueda para acelerar a tus aldeanos. Construye unas cuantas unidades militares más, ya que a mitad del escenario, te invadirán. Deberías rechazar al enemigo sin demasiados problemas. Ve al extremo norte de la masa de tierra y construye allí un muelle. Investiga la galera de guerra y construye cuatro de ellas, dejándolas al este del muelle. Ahora puedes crear varios pesqueros si quieres. Construye otras cuatro o cinco galeras y navega hacia el norte.
En la isla que tienes al norte encontrarás el oro que necesitas. Hay torres en la zona norte de la misma, así que tendrás que usar tu armada para derribarlas. Una vez destruidas, lleva un transporte con algunos aldeanos, construye un almacén subterráneo y empieza a minar. Usa el oro para mejorar todas tus unidades y construir un poderoso ejército. Amplía tu armada y limpia los mares. Si necesitas más oro, hay una isla al este de la tuya donde encontrarás más. Cuando tengas el ejército, carga unos cuantos transportes y ve al extremo sur del continente enemigo para desembarcar. Ábrete camino luchando hacia el norte. Usa tu armada para ofrecer cobertura a medida que avanzas. Ya sólo es cuestión de machacar al enemigo. Quizá quieras construir unos barracones y un taller de maquinaria en territorio enemigo para crear rápidamente nuevas unidades. Destruye al enemigo, captura el carro, y gana.
Peligros: prepárate para una invasión reforzada con catapultas construyendo caballería para ocuparse de ellas rápidamente. En el mar te enfrentarás a un flujo constante de barcos, así que asegúrate de tener siempre manera suficiente para mantener el número de tu armada.
MISIÓN 5: VOLVERÉ
Objetivo: capturar el artefacto y destruir el templo de los Siete Hombres Amarillos.
Desarrollo: esta misión es difícil, y es posible que tengas que reiniciarla varias veces. Al principio estarás en medio de una batalla en el extremo norte del mapa, donde están el templo y el artefacto, pero no podrás quedarte tiempo suficiente para destruir el templo. Selecciona inmediatamente a tus hombres y pulsa derecho sobre el transporte que hay muy cerca, al este. Algunos llegarán, otros morirán por el camino, y los demás serán convertidos por los sacerdotes enemigos. Necesitas que al menos dos lleguen al transporte (sino es así, empieza otra vez).
Para colmo de males, tu reducida armada también está bajo ataque. Lleva el transporte y una galera de guerra hacia la parte superior norte del mapa, y después al este. Fíjate en el transporte que tienes cerca de la parte inferior del mapa, lo necesitarás en breve. Usa la galera para matar a los dos arqueros que hay en tierra, cerca de donde se encuentran el transporte y la galera. Desembarca los dos soldados y llévalos a pie hacia el sur (es buen momento para salvar la partida). Su objetivo será llegar al transporte que hay en la parte inferior del mapa. El problema es que tienen que atravesar un bosque laberíntico con torres y arqueros enemigos. Cuando al menos uno de los soldados llegue al transporte, navega hacia el sur para reunirte con tus aliados.
Desembarca y entra en su ciudad, con lo que obtendrás control sobre sus unidades. No hay aldeanos, por lo que los cuatro sacerdotes que tienes son vitales para el éxito, ya que tendrás que usarlos para curar a los soldados. Tampoco debe pasarles nada a las catapultas. Las otras unidades clave son los arqueros con elefante, quienes deben ser utilizados como punta de ataque, ya que pueden absorber gran cantidad de daño y distraer el fuego del enemigo.
Cuando estén mal, puedes retirarlos para que los sacerdotes los curen. Carga un transporte con los elefantes y algunas balistas, y acércate con cuidado a la costa para ver algunas torres, cada una protegida por una ballesta y algunos arqueros. Tienes que desembarcar para eliminar las dos balistas que hay cerca del extremo sur del mapa.
Entonces lleva en transporte las catapultas para destruir las torres, pero ten cuidado con ellas, ya que necesitarás las catapultas para eliminar las muchas torres y balistas que encontrarás por el camino. Retíralas si están en peligro y cúralas después de cada batalla. Avanza por el sur hacia el oeste y encontrarás algunos transportes. Al oeste de los mismos hay un muelle enemigo protegido al oeste por varios arqueros. Cuando ataques el muelle o la torre cercana, los arqueros irán a por ti. Tras derrotarlos, debes destruir otra torre (en la parte oeste del continente). Una vez hecho esto, estás listo para empezar la fase final. Lleva tus balistas y unos arqueros hacia el oeste, súbelos a un transporte y navega hacia el norte explorando las aguas. Arrastra a cualquier barco enemigo hacia abajo, donde esperan las balistas para destruirlo.
Limpias las aguas, carga un transporte con los elefantes y algo de infantería. Busca un punto de desembarco en territorio enemigo, en alguna parte central de la isla larga y estrecha, lejos del alcance de las torres. En cuanto desembarques, el enemigo irá a por ti. Mata a cuantos puedas antes de correr peligro de perder demasiadas unidades, sube al transporte y vuelve con los sacerdotes para que te curen. Repite el proceso hasta establecer una cabeza de playa. Cuando pase el peligro en esta parte del mapa, lleva a tus fuerzas en transporte hasta aquí y marcha hacia el sur, destruyendo las torres que veas con tus catapultas. Cuando llegues al extremo sur, verás un sendero que sube la colina.
Ahora sólo tienes que marchar colina arriba despacio hacia tu punto de partida inicial. Asigna una tecla a tu caballería y tenla cerca de primera línea. Algunos sacerdotes enemigos intentarán convertir a tus unidades, así que tendrás que emplear a la caballería para ocuparte de ellos rápidamente. Usa a los arqueros con elefante para atraer el fuego enemigo, y cúralos según sea necesario. Sigue destruyendo torres con las catapultas. Repite el proceso según avances. Destruye el templo enemigo y el artefacto, y ganarás.
Peligros: el enemigo es esencialmente pasivo. No construyen ni te atacan. El peligro real es la escasez de tus fuerzas y el riesgo de perderlas mientras te abres paso hacia el templo y el artefacto. Sé cauto y retira tus fuerzas para curarlas.
MISIÓN 6: SITIO DE ATENAS
Objetivo: capturar los artefactos enemigos.
Desarrollo: la misión tiene un comienzo difícil pero se torna fácil al poco tiempo. Nada más empezar, los espartanos atacarán tu ciudad desde el oeste. Contén el ataque, que llegará en dos o tres oleadas. El truco para hacerlo es reforzar los muros con otro muro. Tienes 100 de piedra, pero no hay más cerca, así que coloca el nuevo muro con cuidado para proteger las torres, empleando para ello a algunos aldeanos de fuera de la ciudad. Consume toda la roca que tienes erigiendo secciones inconexas de muro. Lleva al resto de tus aldeanos fuera de la ciudad y envíalos lo más lejos que puedas hacia el norte para protegerlos. Los que hay dentro de la ciudad pueden alejarse de los muros, y no te preocupes por las granjas y estructuras de la parte exterior de la ciudad. Deja que los espartanos pierdan el tiempo con ellas mientras tú te preparas.
Reúne tus fuerzas dentro de la ciudad para concentrar el ataque si los espartanos se abren paso. Puedes construir unas cuantas unidades más con tus recursos de inicio. Observa la altitud natural de tu ciudad que puedes aprovechar en tu favor si los espartanos rompen tus defensas. También tienes dos galeras de guerra que puedes llevar al rincón sudoeste de tu ciudad para atacar a los espartanos. Una vez repelido el ataque y tranquilizado el ambiente, puedes seguir la fórmula construir-atacar. Haz que tus aldeanos del norte construyan un almacén subterráneo, talen árboles y cacen gacelas. Cambia madera y alimento con la colonia espartana que hay al sur por oro. También puedes pescar. Construye un ejército de caballería pesada, centuriones y sacerdotes. Ve hacia el sur y enfréntate a la dispersa resistencia espartana, unas 20 unidades de caballería pesada y un puñado de phalanx. Vénceles y recupera los artefactos.
Peligros: ganarás o perderás en los primeros minutos. Protege las torres de tu ciudad y concentra los ataques.
MISIÓN 7: LA MARCHA DE JENOFONTE
Objetivo: capturar el artefacto y llevarlo a tu centro gubernamental.
Desarrollo: el ritmo es más lento que en misiones anteriores. No te atacarán hasta que te pongas a tiro. Empezarás con suficiente madera para construir un almacén subterráneo, así que haz uno y tala árboles hasta poder erigir una plaza central. Construye algunas granjas y empieza a crear tu ciudad. No podrás construir ni barracones, ni arquería ni establos, sólo muelle, academia militar y taller de maquinaria, en cuanto a estructuras militares se refiere. Las dos últimas requieren un oro para la producción de unidades que no tienes. Construye la ciudad y amasa muchos recursos de alimento y madera. Coge a tus phalanx, helépolis y dos sacerdotes, y avanza con cuidado por la senda que conduce al oeste. Pronto encontrarás a los persas rojos. Sepáralos en pequeños grupos atrayéndolos, y destrúyelos, usando a tus sacerdotes para curar a tus unidades entre combates.
Poco a poco avanza por la carretera y asedia su ciudad. Cuando la hayas destruido, construye un muelle y empieza a producir trirremes. Navega río arriba y abajo para destruir todas las estructuras costeras que encuentres. Ahora construye algunos transportes y navega hacia el este, a por los persas amarillos. Invade su territorio y consigue el control de la costa. Aquí hay oro que puedes minar para construir la academia y el taller, produciendo centuriones, helépolis y catapultas. Con un ejército más decente, avanza hacia el norte siguiendo el camino. Al pasar la curva verás la última ciudad persa. Cuidado con una catapulta oculta tras la curva. Quizá quieras enviar a algunos aldeanos para limar la resistencia. Tomada la última ciudad y destruidas sus torres, construye un muelle y transporta el artefacto al centro gubernamental en la isla norte para ganar.
Peligros: la clave es avanzar con cautela y no activar demasiadas unidades enemigas a la vez. Mantén saludables a tus sacerdotes.
MISIÓN 8: MARAVILLA
Objetivo: destruir a todos los enemigos o sus maravillas.
Desarrollo: el escenario es difícil, y tienes que actuar rápido. Nada más comenzar, los cambisios habrán completado una maravilla y el reloj de 2000 años empezará a correr. Los cambisios están en el rincón este, completamente amurallados. Al norte están los persas, quienes atacarán en unos minutos. Las dos primeras ofensivas tendrán catapultas, así que tienes que preparar a tu caballería para salir a por ellas. Al oeste está Darius, quien empezará a construir una maravilla en unos minutos.
Nada más comenzar, haz que la mayoría de tus aldeanos tale árboles. Con un aldeano construye tres torres cerca de tu entrada sur para contener a los persas, con otro mina la roca de tu aldea, y por último, haz que otro construya un taller de maquinaria inmediatamente. Sigue creando aldeanos para reunir madera y bayas. Construye un templo y produce un sacerdote para curar a tus tropas. Nada más terminar el taller, crea una ballesta y una catapulta. Mientras todo esto sucede, envía a un aldeano hacia el río sur y construye un muelle para producir cuatro o cinco buques de guerra, enviándolos hacia el oeste para empezar a destruir la ciudad de Darius. Aunque no alcances su maravilla, puedes retrasarle.
Coge las armas de asedio y ve hacia el este para destruir la maravilla cambisia. Lleva algunas tropas como escolta, teniendo mucho cuidado con las brechas en los muros enemigos que dejarán salir a sus arqueros. Si esto sucede, asegúrate de que sobrevivan tus armas de asalto. Cuidado con el ataque persa del norte. Tendrás que abrir una brecha en el muro para poder acercarte lo suficiente como para atacar la maravilla. Entra por la esquina noroeste para llegar a ella. Una vez destruida la maravilla, ve hacia el este para destruir las torres y muros norte de Darius, y acércate a su maravilla. Cuidado con sus sacerdotes. Al sur hay más roca, por si la necesitas.
Peligros: los persas te harán la vida imposible con su ataque desde el norte. Los cambisios ya tienen su maravilla completa, y el reloj empieza a correr en cuanto empieza el escenario. Darius completará la suya un poco antes de que la maravilla cambisia termine la cuenta atrás. Tienes que moverte rápido en esta misión, y sin tropiezos.
MISIÓN 1: ASESINOS
Objetivo: eliminar el líder izumo.
Desarrollo: no hay que construir nada en este escenario. El objetivo es matar al líder izumo, y para ello lo más fácil es recorrer los bordes del mapa. Desde el punto de inicio, ve hacia el extremo este y recorre el borde del mapa hacia la esquina este del mapa. El obstáculo inicial será eliminar a los leones que plagan esta parte del mapa. Debes impedir que muera nadie, y para ello te ayudarán algunos sacerdotes amistosos por el camino. Reparte a tus hombres para que hagan turnos con los leones. Baja hasta el rincón este del mapa para encontrar al sacerdote y haz que te cure.
Sigue bordeando el mapa hacia la esquina sur. Desde allí prosigue por los bordes hacia el rincón oeste. Por el camino encontrarás a otro sacerdote justo fuera de los muros de la ciudad que alberga al líder izumo. Si es necesario, haz que te cure. Rompe el muro lo más cerca del borde del mapa que puedas. Si no tienes cuidado activarás el ataque de una catapulta. Atraviesa el muro y sigue recorriendo el borde del mapa. Tendrás que luchar con algunos soldados por el camino cuando te vean. Avanza despacio para no activar demasiados ataques al mismo tiempo. Aún queda otro sacerdote en la esquina norte del mapa para curarte.
Si continúas moviéndote por el borde del mapa, llegará un momento en que te veas obligado a ir hacia el sur hasta ver unas banderas rojas que indican la proximidad del líder. De nuevo, ve con cuidado para no activar demasiados ataques de soldados. Retrocede si es necesario para que te cure el sacerdote. Sigue las banderas rojas hasta que el líder izumo aparezca para luchar contigo. Dale con todo lo que tengas, pues es muy resistente. Cuando lo mates, habrás ganado.
Peligros: es muy fácil perder un soldado, lo que debilitará tus posibilidades de éxito. Muévete despacio y con cuidado para no activar demasiados ataques al mismo tiempo de soldados y leones.
MISIÓN 2: DE ISLA EN ISLA
Objetivo: recuperar seis tesoros robados.
Desarrollo: tendrás que navegar bastante para recoger los tesoros, desperdigados en pequeñas islas. La clave de esta misión es destruir rápidamente el muelle que produce las galeras de guerra enemigas que pueden derrotarte. Si lo consigues, todo será mucho más fácil. Nada más empezar, te atacarán dos galeras que debes intentar eliminar con tus armas de asalto y arqueros desde la isla. Una vez despachadas, carga tu transporte y lleva tu pequeña flota hacia el oeste. Habrá varias galeras enemigas por el camino, pero no puedes eliminarlas con tus escasas unidades. Tienes que estar preparado para descargar tu transporte en una isla cercana y seleccionar rápidamente tus armas de asalto para ayudar a hundir al enemigo.
Además, habrá una nave enemiga esperando en el muelle, y seguramente tengan tiempo de construir otra mientras atacas. Desembarca tu transporte en la pequeña isla que hay al norte del muelle y usa tus naves y armas de asalto para destruir la nave de guerra y el muelle. Cuidado con los cocodrilos y un arquero enemigo que hay al norte. Una vez destruido el muelle todo es más fácil. La isla donde están tus tropas está conectada con otras islas mediante marismas que puedes atravesar. Ve hacia el norte con cuidado. Tendrás que luchar con varios arqueros. En la esquina noroeste del mapa hay una isla algo más grande con uno de los tesoros, vigilado por un único soldado en el centro de la isla. Cuidado con activar el gran contingente de fuerzas enemigas situado en el borde sudoeste de la misma isla.
Una vez tengas el tesoro, cárgalo en el transporte. El resto es cuestión de navegar y encontrar los tesoros, vigilados siempre por pocas tropas o animales salvajes. Siempre que desembarques tus armas de asalto y arqueros en cada isla que explores, todo irá bien. También puedes usar un artefacto recuperado para explorar una isla por ti, aunque perderás su control si se encuentra al enemigo, recuperándolo sólo cuando venzas al enemigo. Hay aún un punto peligroso adicional: en el borde sudeste del mapa hay una pequeña isla con un sacerdote y un par de soldados. El sacerdote intentará convertirte, así que prepárate para alejarte. No hay tesoro alguno en esta isla.
Peligros: si no destruyes el muelle muy pronto, tendrás serios problemas, porque te perseguirán constantemente galeras de guerra. Hace falta una ejecución muy precisa para destruir el muelle sin perder las armas de asalto.
MISIÓN 3: CAPTURA
Objetivo: capturar el artefacto.
Desarrollo: aunque rutinaria, esta misión te obligará a combatir en dos frentes. El terreno es un delgado anillo de tierra que sigue los bordes del mapa, y el resto es agua. Justo en el centro del mapa hay una isla muy bien fortificada que alberga el artefacto que debes recuperar. Hay un puente natural y estrecho entre el extremo este del mapa y la isla. El oro es la clave de este escenario. Empezarás en la Edad del Bronce y necesitas oro para avanzar a la del Hierro. Tienes enemigos al este y al norte.
Al empezar tienes que talar toneladas de madera y recoger bayas. Construye un muelle para crear pesqueros y cuatro galeras de guerra, llevándolas al este para agobiar al enemigo y destruir su muelle. Envía a unos cuantos aldeanos al norte para encontrar un depósito de oro. Construye un almacén subterráneo junto a él y éxtraelo todo. Envía tropas para proteger la zona, y no está de más construir una torre. Es imprescindible que incluyas en las medidas de protección seis o siete arqueros y algunas tropas de choque como apoyo. Si vas un poco más al norte, hay mucho más oro guardado por torres. Puedes minarlo pasando fuera del alcance de las torres. Cuando tengas suficientes fuerzas, envía un destacamento para destruir las torres y hazte con el resto del oro.
Te asaltarán por ambos frentes, así que prepárate. No necesitas un gran ejército, pero sí unas cuantas torres y siete u ocho soldados con hachas. Tus arqueros del norte detendrán al grueso de la invasión, pero algunos carros podrían pasar. Prepárate para ellos. Usa tu oro para construir algunas catapultas. Crea una escolta y dirígete al este para destruir al enemigo.
No puedes esperar mucho, ya que casi todo el oro que necesitas está en territorio enemigo al este y ellos empezarán a extraerlo. Usa tus barcos como apoyo. Cuando tengas el control del oro (puedes tardar un rato, pero al menos impide que el enemigo se lleve demasiado), podrás extraerlo y avanzar a la Edad del Hierro. Ahora crea una fuerza grande y marcha hacia el norte para destruir al otro enemigo. Usa tu armada para debilitarles cuanto puedas y destruir su muelle. Vencido el ejército del norte, asalta la isla. Usa catapultas para derribar los muros y torres, y sacerdotes para convertir a quien puedan. Recupera el artefacto para ganar.
Peligros: te asaltarán por dos frentes. Necesitas acceder al oro que hay al este lo antes posible, antes de que lo consuma el enemigo.
MISIÓN 4: EL TEMPLO DE LA MONTAÑA
Objetivo: destruir el templo izumo y erigir en su lugar uno tuyo.
Desarrollo: los kibi están al este y tienen oro en dos lugares diferentes. Uno de ellos tiene fácil acceso con sólo ir hacia el este, pero el otro exige que navegues hacia el este y desembarques con una fuerza invasora. Los kibi están bien fortificados. La alternativa a estas maniobras es esperar, llegar a la Edad del Hierro, y destruir a los kibi dejando intacto su muelle para comerciar alimento por oro.
Al principio tendrás una pequeña aldea de la Edad de Piedra con dos torres. Construye unos barracones entre ellas para tener un muro decente, que junto a unos cuantos soldados, te protegerá de las repetidas escaramuzas de los kibi. Construye un muelle y dos pesqueros -no necesitas más porque no hay demasiado pescado-. Recoge bayas y tala árboles. Construye un granero y avanza a la Edad de la Herramienta. Crea cuatro o cinco barcos exploradores. En el río te atacarán galeras de guerra, así que debes superarlas en número. Construye un transporte y lleva a cinco aldeanos a una masa de tierra que hay en el rincón oeste. Cuidado con los cocodrilos. Puedes usar los barcos para matarlos, aunque podrías reservarlos como alimento. En este pedazo de tierra hay gacelas, madera y oro. Construye un almacén subterráneo y recoge comida y madera. Deja el oro de momento.
Mejora tus soldados a soldados con hachas y envía seis de ellos hacia el norte. Tienes que impedir que los kibi agoten la mina de oro. Limpia el área de kibi y lleva a un aldeano o dos para construir un almacén subterráneo para recoger oro y bayas. Construye un mercado y otro edificio de la Edad de la Herramienta, y cuando tengas 800 de comida, avanza a la Edad del Bronce, investiga la minería de oro, y empieza a picar el vil metal.
Construye granjas y mejora tu armada. Navega al este con tus trirremes de la Edad del Bronce y ataca el otro asentamiento kibi, con cuidado de no dañar el muelle. Construirán una galera tras otra, pero se quedarán sin recursos en un momento dado. Cuando se tranquilice la cosa, comercia comida por oro. Avanza a la Edad del Hierro, construye una trirreme con catapulta y elimina las torres de la costa norte. Hecho esto, prepara una fuerza de invasión.
La montaña está bien fortificada y tiene retorcidos caminos. Tendrás que derribar varias catapultas y balistas, y una horda de arqueros. También hay algunas unidades de caballería. Tú debieras disponer de mejores tropas y abrirte paso. Coge una catapulta o dos para despachar a las torres que hay por el camino. Cuidado con las catapultas que atacarán desde arriba. Quizá tengas suerte con los sacerdotes y puedas convertir a algún enemigo. El templo que tienes que destruir está protegido por unos pocos sacerdotes y varias torres. Encárgate de los sacerdotes con tu caballería para minimizar las pérdidas por conversión. Destruye el templo, erige el tuyo, y gana.
Peligros: debes sobrevivir a los ataques iniciales de los kibi, no tan feroces como parecen. Es imprescindible que llegues a la Edad del Hierro (800 de oro). ¡No destruyas ese muelle!
MISIÓN 5: EL CAÑON DE LA MUERTE
Objetivo: recuperar el artefacto y devolverlo a tu isla.
Desarrollo: empezarás con una fuerza limitada y tienes que recorrer caminos que te llevarán entre tropas hostiles hasta alcanzar un par de transportes. Desde allí te unirás a tus aliados, y tendrás que invadir una pequeña isla derrotando en ella a un sólido contingente enemigo. Tus arqueros a caballo son la clave de este escenario, así que protégelos bien. Empezarás en el rincón este del mapa. Cuidado con ir demasiado al oeste, porque el enemigo está allí y podrías activar un ataque con suma facilidad. Asigna una tecla a tu caballería para tenerla siempre a mano.
Ve hacia el sur bordeando el mapa siempre que puedas. Hay un par de arqueros a caballo que has de derrotar. Ve hacia el oeste despacio con un soldado. Cuando actives el ataque, lleva a tu caballería hacia allí para derrotar a los arqueros a caballo. Si avanzas más hacia el oeste, activarás más ataques, así que retírate hacia el este. Hay un camino hacia el oeste bordeado por torres que vigilan la playa donde aguardan tus transportes. Aquí aparecerán los arqueros a caballo enemigos. Los tuyos podrán correr veloces hacia el enemigo y disparar retirándose antes de sufrir daño alguno. Repite esta secuencia hasta eliminar toda resistencia en la playa.
Sigue con cuidado el camino hacia el oeste usando a tus arqueros a caballo para destruir las torres. Aprovecha el largo alcance de tus unidades. Manténte así el resto del camino. Cuando llegues a la playa tendrás que destruir otra torre más. Después, rompe el muro para llegar a tus transportes. Navega hacia la isla donde aguardan tus aliados. Allí hay un sacerdote que podrás sanar a tus tropas. La isla enemiga está al norte: cuidado, porque parece desierta al sur, pero hay toda una horda esperando en el extremo norte. Si has conseguido llegar aquí con la mayoría de tus unidades, tendrás ya suficiente para abrirte paso, pero ojo a las dos catapultas enemigas.
Lleva a la isla enemiga unas pocas unidades de caballería para atraer a las catapultas hacia el sur. La mayor parte de las demás tropas se quedarán donde están. Espera al escuchar el sonido de las catapultas disparando y retrocede. En un momento dado, gírate y carga contra las máquinas de guerra. Una vez eliminadas, puedes seguir utilizando el mismo sistema para atraer y destruir al enemigo. Si necesitas "atención médica", retira a tus tropas al sur y sánalas. Derrotado el enemigo, lleva el artefacto a tu isla para ganar (no dejes que hundan tus transportes).
Peligros: no pierdas a tus arqueros a caballo, y tampoco a los sacerdotes cuando los tengas.
MISIÓN 6: OPRESIÓN
Objetivo: destruir el centro gubernamental de Kyushu.
Desarrollo: debes mantenerte aliado con los Kyushu el tiempo suficiente para traicionarles. Tendrás que pagarles un tributo de 200 de oro cada pocos minutos. Al empezar tendrás 400 de oro, unos cuantos aldeanos, y la mayoría de los edificios de la Edad de la Herramienta ya emplazados, justo en el centro de la ciudad Kyushu.
Nada de perder el tiempo, tienes que satisfacer las necesidades de los Kyushu. Al oeste de tu punto de inicio hay bayas. Asigna tres aldeanos a ellas. Al norte hay un pequeño depósito de oro junto a tu mercado y almacén subterráneo. Investiga inmediatamente la minería de oro para extraer más oro del depósito. Sigue creando aldeanos y divídelos entre la recolección de bayas y la tala de árboles. Lleva a un aldeano al norte hasta encontrar agua y construye un muelle. Crea un pesquero y empieza a pescar.
Ahora crea un barco mercante y comercia comida por oro. Quizá quieras construir un segundo mercante. Sigue talando árboles y construye un barco explorador para navegar hacia el oeste. En el borde oeste hay una isla con suministros de oro, pero está habitada por varios leones que debes atacar con el barco. Después construye un transporte y lleva a tres o cuatro aldeanos a la isla del oro, donde debes construir un almacén subterráneo y minar el oro. Si has llegado hasta aquí y puedes mantener el pago del tributo, podrás relajarte un poco. Al este de tu punto de inicio original hay algo de piedra: cógela para construir torres. Lleva a un aldeano o dos al interior de la ciudad amurallada Kyushu, a la parte sur, donde encontrarás el centro gubernamental. Construye cerca de él barracones y arquería. Avanza a la Edad del Bronce.
A estas alturas tendrás que crear granjas y trabajarlas. Mientras lo hacer, haz que los aldeanos que construyeron la arquería y los barracones erijan un anillo de torres alrededor del centro gubernamental Kyushu. Mejora a tus soldados con hachas, crea algunos más con espadas, y sitúalos junto a la catapulta que hay cerca del centro gubernamental. Crea arqueros y mejora tus torres. Cuando estés listo, rompe la alianza y ataca a la catapulta. Después, a por el centro gubernamental. Aunque te disparen, preocúpate sólo por destruir el centro gubernamental. Con tu anillo de torres, soldados, y arqueros, lo harás rápidamente.
Peligros: el único real es no poder pagar a los Kyushu su tributo. Tienes que darte prisa con el oro.
MISION 7: UN AMIGO EN APUROS
Objetivo: proteger a los Paekche y destruir Scilla.
Desarrollo: los Paekche están bajo ataque nada más empezar la misión. Tienes unos cuantos soldados en su ciudad, así que selecciónalos de inmediato y muévelos hacia las catapultas que están disparando a los Paekche. Tienes que destruirlas aunque mueran todos tus soldados. En tu aldea selecciona a la caballería y envíala hacia la aldea de tus aliados para ocuparse de los atacantes. Asegurada la ciudad, encuentra los depósitos de oro que hay algo al norte del centro del mapa. Allí hay dos torres enemigas. Destruye la que guarda directamente el oro y espera a que los aldeanos Scilla vengan de uno en uno al "matadero". Si los destruyes a todos o casi todos, el enemigo no crecerá.
Durante todo lo anterior, tienes que empezar a expandir tu propia aldea siguiendo el proceso estándar. Prepárate para ataques enemigos desde el norte y el nordeste. Construye algunas torres y un muro entre el bosque y el borde este del mapa, y mueve a tus soldados para proteger dichas fronteras. Los Scilla están muy diseminados en su estrategia defensiva, pero son muchos.
Construye un templo para crear algunos sacerdotes y adéntrate en territorio enemigo con algunas torres para llamar su atención. Protege a tus sacerdotes y úsalos para convertir a los soldados que vayan a destruir tus torres. Cuando estés cerca de su ciudad, usa catapultas para destruir sus torres. Adéntrate en su territorio de la parte este del mapa, donde están menos fortificados. Desde este punto en adelante, emplea la fuerza bruta pero con tranquilidad, aprovechando al máximo las habilidades sanadoras de tus sacerdotes si puedes mantenerlos vivos.
Peligros: no permitas que destruyan el centro gubernamental Paekche y mueve a tus soldados con rapidez. Hazte con el control del oro cuando antes para impedir que lo consiga el enemigo, y mata a sus aldeanos.
MISION 8: LA INVASION TANG
Objetivo: destruir a los Tang.
Desarrollo: como corresponde, este escenario es especialmente difícil. El mapa está dividido en por pequeños ríos en tres franjas que van de este a oeste. La zona norte es el hogar de los Tang y su gran ejército. Tus tropas están en el sur, y en el centro hay varias colinas repletas con los recursos que necesitas, algunas de ellas accesibles sólo desde el norte, lo que significa que tendrás que acercarte peligrosamente al enemigo para subir a ellas. Y lo peor es que están vigiladas por torres Tang, y poco después de comenzar el escenario, el enemigo enviará tropas a la franja central. Controlar los recursos es la clave de la victoria. Se puede acceder a cada franja atravesando marismas.
Cuando el escenario comienza, tu asentamiento está un tanto diseminado, un problema adicional. Al poco, el enemigo empezará a atacarte con arqueros en carros, catapultas y soldados. Aunque ninguno es difícil de detener, están diseñados para desesperarte y desgastarte. Tienes grupos de soldados vigilando las "marismas-puente". Tras enviar a tus aldeanos a sus quehaceres, refuerza a tus soldados con tus otras tropas y envía también a un aldeano (sigue construyendo aldeanos para encontrar la piedra y el oro al sur de tu posición, y recoge estos recursos). Usa al aldeano enviado al norte para construir un muelle donde debes producir naves que has de mejorar a galeras. En cuanto tengas piedra, construye torres.
Sigue engrosando tu ejército y avanza a la Edad del Hierro. La colina más al este en la franja central tiene una apertura que mira hacia tu zona del mapa. Tienes que destruir una torre que hay sobre ella. Hecho esto, lleva a algunos aldeanos y empieza a extraer el oro. Asegúrate de construir unas torres para la defensa, y envía algunas tropas allí (si puedes, también una catapulta). Necesitarás la colina que hay más al oeste de la franja central. Esta colina mira hacia los Tang, y es difícil de conseguir porque hay muchos enemigos deambulando por allí. Tienes que mermar las fuerza de la catapulta. Una vez eliminada, lleva a algunos aldeanos para erigir defensas como las torres, e incluso un muro para sellar la entrada. Después, a extraer oro como un loco.
Mientras todo esto sucede, se supone que has estado reuniendo recursos y construyendo tu ejército, que debiera estar cerca del extremo norte de tu franja. Ahora tienes que tomar las dos colinas del centro. Cuando lo hagas, el ataque enemigo será muy duro, así que prepara buenas defensas. Buen momento para sacar unos sacerdotes tanto para curar a tus unidades como para convertir al enemigo. Busca también un lugar adecuado para construir un muelle que dé al
río que bordea el territorio Tang. Puedes atacarles con trirremes con catapulta y naves más pesadas si realizas la mejora. En este momento deberías tener un sólido control del centro del mapa. Hora de las tortas: arrasa con armas de asalto, caballería, arqueros, etc. Destrúyelos por completo.
Peligros: constante presión por parte del enemigo. Tendrás que hacer malabarismos.
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