GENERO: Plataformas
JUGADORES: 4
ONLINE: Contenido Descargable
AÑO: 25/11/2011
DESARROLLADORA: Ubisoft Montpellier
SECUELA: No
DURACION: 8 Hrs
PLATAFORMA: Ps3, XBox 360, PC
ANALISIS
Cuando todo parecía acabado para el
bueno de Rayman, Michel Ancel recupera sus orígenes y los de su personaje
emblema. Tras el sobrenombre del juego, "Origins", no se esconde sólo
una palabra o una historia, sino toda una filosofía de diseño y desarrollo que
se ha plasmado en un inmenso plataformas.
Incluso hoy en día, en plena
ebullición indie y con una cantidad inusitada de juegos 2D en todas las
plataformas posibles, no es siempre posible encontrar con un juego que conecte
del todo con las esencias de antaño. Se han visto plataformas 2D diseñados de
forma impecable, como Super Meat Boy o New Super Mario Bros Wii, o plataformas
realizados con un soberbio gusto audiovisual como es el caso de Donkey Kong
Country Returns o Kirby's Epic Yarn. Pero todos esos juegos tienen ciertas
debilidades en comparación a algunos de los clásicos de antaño, cuando los
plataformas eran la estrella y el nivel de exigencia en ese género era máximo a
todos los niveles: los tiempos de Sonic 2, Earthworm Jim, Super Mario World y
tantos otros. Se echaba en falta un plataformas que nos mostrara, sin género de
dudas, qué sería de los plataformas hoy en día si hubieran continuado su
evolución natural a nuestros días. Rayman Origins viene a ser la respuesta más
aproximada que se pueda encontrar a esa pregunta.
Cuando se anunció como 'juego por
episodios', Rayman Origins llamó la atención lo justo. Sí, gran estilo visual,
pero la estructura por episodios no encaja de todo bien todavía en la cultura
del videojuego para la gran mayoría de los géneros. Hay compañías que le sacan
partido dentro de juegos cuya estructura se presta a ello, caso de Telltales y
sus aventuras por 'temporadas'. Pero un gran plataformas no es algo que se
construya por episodios, necesita de una evolución a lo largo de la partida,
aprendizaje, cambios de ritmo... necesita ser un juego completo para aspirar a
lo más grande. Por suerte, Michel Ancel era plenamente consciente de eso y pudo
convencer a sus jefes para que dejaran a él y a su poco ortodoxo pequeño grupo
de Montpellier concebir a este título como algo completo, fundamental para
llegar a las cotas de calidad a las que han llegado.
Origins en teoría tiene ese nombre
porque su 'argumento' va sobre los orígenes de Rayman, el célebre personaje
aparecido en 1995 y protagonista de numerosos títulos, desde los primeros
plataformas 2D hasta pasarse a los polígonos en sucesivas entregas. Pero el
Origins parece apuntar a algo más profundo, una vuelta a las raíces de la saga
y a un modo de trabajar distinto, más osado y menos encorsetado que el de
muchos de los desarrollos modernos, sin por ello renunciar a la calidad ni a
los valores de producción de un juego comercial compartiendo estantería con los
multimillonarios lanzamientos de estos meses. Repasando la trayectoria de la
serie, se podía apreciar que a cada nueva entrega se perdía algo de vitalidad
por el camino y también parte de la belleza del juego original, una maravilla
multicolor con bellos fondos sobrecargados de detalles, capaz de enamorar al
instante a cualquier amante de los sprites tradicionales.
Siguiendo con el significado 'oculto'
de Origins, lo primero que se aprecia es que la primera vuelta a esos orígenes
viene con el regreso a la perspectiva bidimensional del título original. La
decisión no es caprichosa ni se limita a ofrecerla buscando invocar la
nostalgia. Es 2D porque Rayman simplemente funciona mejor en esa perspectiva,
habilidades como planear o lanzar sus puños sin extremidades para acabar con
los enemigos se encuentran cómodas con la limitación de profundidad, e incluso
el mismo personaje y su singular diseño parecen ganar carisma y encanto
plasmado de esta forma. Pero lo que verdaderamente da sentido al acierto de
elegir esta perspectiva no viene por la perspectiva en sí, sino por el
excelente diseño del juego alrededor de ella.
Librados de la carga, tamaño y
esfuerzo de realizar un juego 3D hoy en día, el equipo liderado por Ancel ha
podido disfrutar del privilegio de poder concentrar sus esfuerzos en aspectos
muy concretos de la progresión y desarrollo del plataformas, una oportunidad
que han aprovechado a las mil maravillas para crear un título disfrutable desde
el primer minuto y orientado a toda clase de público, con un impecable
ejercicio de equilibrio de dificultad que invita a cualquiera a jugar, pero que
también es capaz de ofrecer un reto para aquellos que quieran aceptarlo, sin
perjuicio de los usuarios menos experimentados o los que simplemente prefieren
un recorrido sin retos demasiado elevados. Por un lado, su curva de aprendizaje
está trazada de manera experta, dejando los primeros mundos centrados en ir
acumulando mecánicas en forma de nuevos poderes que Rayman va ganando de manos
de las voluptuosas hadas rescatadas, permitiendo al jugador familiarizarse con
ellos de forma gradual hasta que llega el momento de usarlos todos en conjunto.
Por otro lado, el título está concebido para recorrerse con relativa facilidad,
pero ocultando gran cantidad de secretos que no sólo están ahí para alargar la
vida del juego, sino que ofrecen retos a una gran altura para cualquier amante
de los plataformas.
Rayman Origins está dividido por
mundos, con cada mundo compuesto de una serie lineal de fases que se pueden ir
desbloqueando según se vayan completando; al final de cada una aguarda una
jaula con Electoons, simpáticas criaturas cuyas largas melenas suponen la clave
para acceder de un mundo a otro. Además, las fases también están plagadas de
Lums, que vienen a ser el objeto coleccionable constante que todo buen
plataformas debe de tener y que ayuda a mantener un sentido de ritmo a la
progresión durante los fases. Además de la mencionada jaula, las fases pueden
contener diferentes formas de desbloquear Electoons, ya sea a través de lugares
escondidos, acumulando un número suficiente de Lums, o bien superando el modo
contrareloj que ofrecen algunos niveles cuando se han cumplido ciertas
condiciones. La dificultad del juego nunca es trivial y va ganando intensidad a
lo largo de la partida, situando su cénit en unas fases especiales de 'caza del
tesoro' en el que hay que conseguir dar caza a un cofre en medio de un circuito
complejo, que obligará a usar el considerable abanico de habilidades de Rayman
en el momento preciso.
Fases largas, bien diseñadas, con gran
sentido del ritmo y que además no dejan de sorprender, ofreciendo grandes
variaciones y retos que suben poco a poco el listón, evitando que el jugador se
acomode y por tanto que llegue a aburrirse. A eso también contribuye la
aparición de fases especiales intercaladas en las que Rayman se monta en un
mosquito y protagoniza momentos de Shoot'em Up clásico con scroll horizontal,
haciendo al juego más y más rico a cada momento que pasa. Como colofón, el modo
'cooperativo' para hasta cuatro jugadores pone el broche de oro
a lo que el juego ofrece, ya que aparte de la diversión evidente de jugar
con amigos al lado -se pueden conectar y desconectar en cualquier
momento-, ese modo está diseñado alrededor de la idea de que se puede tanto
ayudar al compañero como perjudicarlo, lo que conduce a momentos hilarantes
cuando lo que era un salto fácil se convierte en un auténtico reto cuando a tus
compañeros les da por hacer la gracia -y luego por supuesto siempre llega la
vengaza-.
Pero además de ser un plataformas
clásico cuidadosamente diseñado, Rayman Origins tiene otra gran virtud: la de
ser posiblemente el juego 2D más bello de esta generación -y uno de los más
impactantes visualmentes de toda la historia del género-. Para desarrollar este
título, el estudio de Montpellier creó un motor llamado UbiArt, que podría ser
una auténtica revolución dependiendo de cómo Ubisoft gestione el tema de su
licencia. Sin entrar en detalles técnicos, la idea era ofrecer una plataforma
orientada exclusivamente a poder llevar el trabajo de los artistas directamente
al juego, sin que éstos tuvieran que preocuparse del proceso de conversión
desde sus tabletas digitales al modelo in-game. La posibilidad de trasladar ese
trabajo artesanal de ilustradores y animadores directamente al juego, en 1080p
y con una tasa de frames clavada en 60 por segundo, resulta realmente
alentadora y emocionante para cualquier usuario con debilidad por los
tradicionales 2D.
Puesto que Origins es la puesta de
largo de ese motor, el equipo de Montpellier no se ha cortado ni un pelo a la
hora de ofrecer un juego desbordante en lo visual. Está claro que las bondades
de estas herramientas han liberado al estudio de muchas cargas propias del
desarrollo de juegos 2D de nuestros días, lo que se ha trasladado en un título
sumamente generoso a la hora de ofrecer sorpresas, ya sea a través de
impactantes escenarios con decenas de capas moviéndose de forma independiente
-el clásico Parallax Scroll pero elevado a la enésima potencia-, gran cantidad
de enemigos dotados de elaboradas animaciones, personajes capaces de exhibir
una gran personalidad gracias a su enorme cantidad de detalles... En algunos
momentos, este nuevo Rayman parece más una serie de animación tradicional que
un videojuego, lo que abre inmensas posibilidades de cara al futuro -Ancel ha
manifestado que le gustaría poder ofrecer el motor de forma gratuita y crear
alrededor de él una comunidad de grupos independientes interesados en el
desarrollo de juegos 2D, pero eso ya estará en manos de los directivos de
Ubisoft-.
Ancel y sus compañeros además han
tenido el acierto de plasmar la libertad de la que han disfrutado en un juego
que exhibe una marcada personalidad desde el primer segundo, en el que parece
que se ha dado rienda suelta a cualquier idea que pasara por la mente de sus
creativos. Ya sea a través de parodias de Angry Bird, o de recreaciones
grotescas de grandes monstruos finales, Rayman Origins no deja de sorprender en
lo visual, con fases que retuercen además viejas concepciones clásicas del
género, mostrando un reflejo distorsionado y original de temas
clásicos como las fases basadas en elementos en el fuego o el hielo.
Todos los mundos ofrecen algo digno de mención, elementos inesperados que
contribuyen a su concepción audiovisual, pero incluso dentro de ese grado de
excelencia general, algunas fases consiguen quitar el aliento por su
combinación de belleza y diseño, particularmente algunos escenarios acuáticos
que son absolutamente espectaculares. La banda sonora, realizada con el mismo
espíritu irreverente, creativo y poco ortodoxo del resto del juego, termina de
contagiar un ambiente de juerga y diversión constante al jugador.
Tremendamente divertido,
diseñado de forma experta, e impresionante en su faceta audiovisual. Rayman
Origins es un gran juego en general y un fantástico plataformas en particular,
simplemente imprescindible para cualquier amante del género. Su único pecado,
lo que le separa de cotas todavía más altas, es que podría ser más largo -no es
corto si se intenta completar al 100%, pero no todo el mundo apostará por esa
aproximación y sí le beneficiaría mucho tener una campaña 'principal' algo más
larga-. Ni siquiera hay que ser ningún aficionado acérrimo de los plataformas
para disfrutar de la última obra de Ancel, es un título que puede disfrutar
cualquiera a muchos niveles distintos, ya sea apreciando su enorme calidad
audiovisual, disfrutando de las locuras de escenarios, personajes y enemigos,
midiéndose con los retos propuestos o simplemente jugando por el puro placer de
hacerlo. Es una auténtica celebración a la esencia del videojuego en su
concepción más pura y primigenia, realizada sin limitaciones y por un equipo
claramente apasionado por lo que hacía. Si hay justicia con este esfuerzo, no
sólo será un nuevo triunfo en la carrera Ancel, sino que Rayman Origins también
marcará un punto de inflexión para una forma de entender el videojuego que hoy,
en un mundo de juegos Flash y títulosde iPod/Android, demuestra que sigue
siendo una forma válida y aceptada por el gran público de realizar un proyecto.
Soberbio diseño que nunca deja de sorprender ni se permite bajar el ritmo. Una
curva de dificultad perfectamente dibujada. Audiovisualmente impecable,
acompañado de una desbordante imaginación. Divertido y caótico modo
'cooperativo' con hasta cuatro jugadores. Irresistiblemente divertido de
principio a fin. Desborda color y alegría.
GRAFICAS:
9/10 BANDA SONORA: 8/10 HISTORIA: 9/10
JUGABILIDAD:
10/10 IMNOVACIÓN: 9/10
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